miércoles, 28 de enero de 2015

La tertulia sobre "El palacio...", la merienda, los regalos y nuestro próximo título

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La animada e interesante primera tertulia de este año 2015 la hicimos en casa de Mª Luz y Juan Carlos. En esta ocasión fuimos once los tertulianos (desgraciadamente Margarita y Teresa no pudieron estar al haber fallecido su padre). Estábamos ante una reunión especial pues además de comentar la lectura realizada durante el mes de enero íbamos a hacer la merienda-cena que en diciembre postergamos para los inicios de este año; además a los postres íbamos a regalarnos unos a otros y como siempre debíamos elegir la lectura de febrero. Muchas cosas a tratar en esta crónica en la que habrá que ir con orden y procurar ser ser breve.

"El palacio azul de los ingenieros belgas" de Fulgencio Argüelles.
Prácticamente a todos los que habíamos completado su lectura nos satisfizo plenamente. Las razones que se adujeron a favor del relato del asturiano Fulgencio Argüelles insistieron fundamentalmente en la belleza de la prosa poética empleada que hacía disfrutar de la lectura incluso haciendo abstracción del asunto tratado. Además se señaló en favor de la verosimilitud de no pocos de los personajes el hecho de que la acción se situase en plena época de la II República española, momento en que los niveles educativos de la población rural alcanzaron en España unos niveles que jamás desde entonces se volverían a ver. Muchos de los tertulianos comentaron  que la historia leída les había hecho revivir su niñez a través de los tipos y comportamientos de no pocos personajes. Vista en sí misma, la anécdota que narra Argüelles (la entrada en la edad adulta del niño-adolescente Nalo), nos pareció a no pocos de los tertulianos, por su manera de presentarla, como  muy próxima al realismo mágico. Desde el punto de vista formal se señaló la importancia conferida en la novela a lo puramente lingüístico: los vocablos para nombrar las cosas [muchos dijimos que nos había recordado a Miguel Delibes], el reiterado uso de refranes por parte del personaje de la abuela Angustias, la sintaxis utilizada por el autor a base de frases cortas en estilo directo enlazadas sintácticamente como recurso estilístico a través de las conjunciones "Y" y "O". También se quiso señalar las largas tiradas oracionales que no dan descanso al lector al prescindir habitualmente de la separación del texto en párrafos. Esta característica fue alabada por algunos y censurada por otros. Etc., etc., 
Quienes vieron en este relato de Fulgencio Argüelles más defectos que virtudes apoyaron su postura esencialmente en los siguientes argumentos: lo irreales que para ellos eran todos los personajes, el carácter de informe baúl-donde-pongo-todo-lo-que-sé que les pareció la novela, la cursilería, las digresiones innecesarias, y los defectos o falta de pericia en la utilización del estilo indirecto libre que estos lectores apreciaron durante la lectura de la novela.

Esta disparidad de juicios sobre la novela tuvo como consecuencia un muy feliz intercambio de argumentos a favor y en contra de "El palacio azul de los ingenieros belgas" lo que en mi opinión dio como resultado un debate amigable, gustoso y animado como pocos. 
[Si alguien tiene interés o mera curiosidad  puede pasarse por  "El blog de Juan Carlos" y leer allí más por extenso los argumentos que me hicieron durante la tertulia mostrar mi satisfacción con esta novela. También os animo a que allí opinéis sobre lo que digo que no tiene por qué, claro es, estar en lo cierto.]

La merienda
Tras casi una hora y media de animado debate, creímos llegado el momento de dar alimento al cuerpo. Como todo hay que decirlo, diré que el debate sobre la novela de Fulgencio Argüelles fue regado con refrescos y unos excelentes caldos (champagne Moet Chandon, vinos blancos y tintos) que servían para empujar papas fritas, jamón ibérico y raspas de queso. Se entenderá fácilmente que el debate fue ganando en animación según las copas se vaciaban y volvían a llenarse.
La merienda en sí misma, dejando a un lado los aperitivos, consistió en una magnífica tortilla de patata, unos sabrosos pimientos con ventresca, un contundente hornazo salmantino, unas excelentes croquetas y algunas cosas más que mi memoria -cada día más castigada- no ha logrado retener.
Esta abundante merendola finalizó con una tarta de hojaldre rellena de nata y con forma de pez que estaba muy rica.
Serie de fotos realizadas ya al final de la merienda. ¡¡Un poco más y se nos olvida dejar constancia gráfica!!

El amigo invisible
Como la merienda-cena correspondía a la de Navidad que no llegamos a realizar, al finalizar esta procedimos a hacer entrega de los libros que el 'amigo invisible' nos regalaba a cada uno. Era la primera vez que practicábamos este juego y el resultado nos gustó mucho a todos. ¡Habrá que repetirlo, pues!

La próxima lectura
Para el mes de febrero que ya se nos echa encima se pusieron varios títulos sobre la mesa. Cecilia propuso "En el café de la juventud perdida" de Patrick Modiano, Carmen Sánchez manifestó su deseo de comentar "El librero de Kabul" de Asne Seierstad, y Lourdes habló de "El jiguero" de Donna Tartt. Tras un rápido intercambio de opiniones elegimos el propuesto por Carmen Sánchez, o sea, "El librero de Kabul" de Asne Seierstad.

Siguiendo la dinámica que tenemos establecida de ir alternando el día de la semana para la tertulia, pusimos como día de reunión el próximo miércoles 25 de febrero; la hora como siempre a las 19:00 (las 7 de la tarde); y el lugar será en la zona de Príncipe Pío, si bien aún no quedó establecida la cafetería que Mamen nos comunicará a su debido tiempo.