miércoles, 22 de mayo de 2019

Mayo de 2019: "Cárdeno adorno" de Katharina Winkler

Como golondrinas de primavera retornamos al Ibis, el pájaro-hotel que desde hace unas tertulias nos acoge, su staff nos atiende con amabilidad y relativa abundancia, y la ausencia de música y de otros clientes nos permite intercambiar opiniones entre nosotros sin agobio alguno. Si, además, como en esta ocasión, en la segunda ronda el vino de Rueda está en su justo punto de frescor (¡muchas gracias, Guida!) entonces, como comprenderéis para qué queremos más, ¿no?

Pero vayamos a lo nuestro. Salvo dos, todos los tertulianos asistimos a la convocatoria de mayo. Hubo hasta una abuela en ejercicio que logró fugarse unos minutos de la obligación para dejar en la reunión su opinión sobre este relato que a nadie deja indiferente. Está claro que la abuelía es un grado que impone deberes que no perdonan. Dada la edad en que nos encontramos todos entendemos estas contingencias, y más que habrá en un futuro próximo pues por lo que se comentó en la reunión varios miembros van a alcanzar dicho grado próximamente: ¡¡Enhorabuena a quienes se encuentran en tal expectante situación!!

La Tertulia
Fue Guida quien tomó la palabra en primer lugar dado que fue ella la que propuso leer este libro. Dijo muchas cosas y todas ellas interesantes: cómo llegó a sus oídos el título y cómo tras leerlo investigó algo sobre la escritora fue lo primero que nos trasladó. Luego prosiguió aportando datos importantes que con cierto ordenado desorden en las intervenciones -fue un debate vivo y muy espontáneo- fuimos unos y otros apostillando, amplificando, comentando, en esta primera intervención y en las que se sucedieron a continuación. Naturalmente habló Guida del lenguaje que envuelve poéticamente, con una gran belleza, la terrible historia de maltrato que se relata. [Por poner cierto orden en la Crónica dejo los aspectos más literarios de uso del idioma y de sus recursos para después de comentar los hechos que se relatan]

Lo que se cuenta
Todos, -la unanimidad fue total-, dimos un sobresaliente a la novela. A todos nos había parecido una historia muy dura, una historia terrible. No podíamos entender cómo un hombre joven (Yunus en el momento de sacar a Filiz de su casa tiene sólo 17 años) puede ser tan brutal, estar tan carente de sentimientos. La pregunta que surgió en seguida fue la de si estábamos ante un hombre enfermo, un sicópata, un sádico que disfruta haciendo sufrir a otros, o si lo que se nos presentaba era un modelo común de comportamiento masculino en una determinada cultura. Debatir sobre este punto nos pareció de interés: ¿sí, no, sólo en las zonas rurales o en cualquier lugar de Turquía? En fin, aquí hubo un enjundioso intercambio de opiniones. Y es que el comportamiento de este hombre es llamativo por demás: ¿Cómo es posible la existencia de hombres que no sientan amor hacia ninguna persona? Esta falta de afecto tan bestial fue resaltada por muchos. Un hombre que no es humano, que es un auténtico animal, para quien la joven a la que él ilusionó sólo es un agujero, una esclava, una provocadora de hombres que merece todos los golpes que le propina y más, según su criterio.

Si el hombre es importante en esta novela por su negatividad y antagonismo frente a la mujer, es evidente -todos convinimos en ello- que es Filiz, la protagonista fundamental. Frente a la maldad y brutalidad de Yunus, de su propio padre y de otros hombres que aparecen muy secundariamente en esta historia, esta chica a todos nos pareció digna de conmiseración. La pobre cree a pies juntillas en los preceptos que rigen la vida del "rebaño" humano en el que nace: el papel superior del hombre frente a ella, la importancia del amor representado en ese 'árbol sagrado' al que acude con ilusión, el miedo a perder la 'virgen', la ignorancia frente a todo lo sexual en la que ha crecido, la aceptación de los castigos que su marido le propina por cualquier cosa, el amor por sus hijos que la ata aún más a la familia de su marido pese a los maltratos que sufre en esa casa... Necesitará sufrir mucho, mucho, y la ayuda de personas ajenas a su cultura para tomar conciencia de su terrible situación, dar un paso al frente, pedir ayuda y escapar del zulo emocional en que lleva viviendo una serie de años.

Sobre las mujeres en esta cultura asiática varias tertulianas se preguntaron cómo era posible el comportamiento, por ejemplo, de la "araña", la suegra de Filiz. Si antes de ser suegra fue nuera de otra semejante a lo que ahora es ella, ¿por qué es tan mala persona? ¿No recuerda por lo que ella pasó de nuera?  Y una pregunta más importante aún, ésta formulada por un tertuliano: ¿por qué las niñas ansían llegar a mayores para portar en sus cuerpos esos cárdenos adornos? Aunque parezca algo incomprensible todos entendimos el comportamiento de esta mujer que, durante los largos períodos en que su suegra y su marido la condenan al silencio, añora los golpes que él la propinaba con regularidad y sin motivo alguno. No hay cosa peor que no ser tenida en cuenta para nada; mejor un golpe que ignorar que se está vivo. Del mismo modo vinimos a caer en la cuenta de por qué Filiz no lleva mal las infidelidades continuas de su esposo. Mientras se entretenga con otras no vendrá por la noche a violentarla con el sadismo acostumbrado.

Al hilo de tan terrible historia muchas cosas fueron surgiendo. Una de ellas fue la de que no hace tanto el sometimiento de la mujer al hombre se daba también por estos lares. También -esto lo dijo Ana- existía una palabra para designar a las mujeres que decidían contraer matrimonio sin la aquiescencia paterna. Nos dijo que eran conocidas como mujeres "depositadas" porque debían de abandonar la casa paterna y esperar en una residencia temporal, donde quedaban depositadas, el día del matrimonio con ese hombre no aceptado por su familia. ¡Curioso!

Hubo quien -en este caso me atribuyo yo la puesta sobre la mesa de esta cuestión- tras alabar la historia que se presenta no pudo por menos que creer ver en la misma un cierto maniqueísmo de buenos y malos: Occidente, bueno, versus Oriente, malos; austriacos, buenos, versus turcos, malos; cristianos, buenos, versus musulmanes, malos; y así [en la reseña que tengo publicada en mi blog lo comento algo más por extenso]. Fue un pequeño 'pero' que fue poco compartido dado que según declara la misma escritora -dijeron varios tertulianos- ella intenta ser neutral y no posicionarse, dejar fuera de la historia las religiones, etc., etc.


Cómo se cuenta
En opinión de todos aquí reside lo mejor de la novela. La historia que se relata, todo hay que decirlo, no es muy novedosa. Penosamente todos los días y en todos los lugares suceden comportamientos así. ¿Por qué entonces esta historia se lee bien y se disfruta tanto con su lectura? Pues precisamente por el lenguaje que utiliza. Estamos ante auténtica Poesía, concretamente prosa poética. Para muchos según la leíamos nos parecía estar ante textos de los poetas del 27. Muchos recursos literarios aparecen utilizados. Quizás el más sugerente, el más poético de todos, sea esa economía de medios que lleva a la autora a emplear con profusión la elisión con el poder sugerente que siempre tiene. También las repeticiones (de términos, de sintagmas, de frases completas...) crean un ritmo poético subyugante. Y naturalmente las imágenes y metáforas utilizadas revisten el texto de una gran belleza. La mera disposición del texto en las páginas con esos espacios entre párrafos o con esas sólo cuatro o cinco líneas (auténticos versículos) ocupando el centro de la misma es ya una decisión estética que favorece la deglución de los agrios bocados que componen esta historia terrible.

Muy interesante es la primera persona narrativa que hace que la historia sea vista desde el interior de quien la sufre. En esa reminiscencia de la literatura de nuestra generación del 27 a Mercedes, -nos dijo-, durante la lectura del relato, le venía a la mente con frecuencia el poema "El tío-vivo" de Federico García Lorca. Yo lo he buscado y lo reproduzco al final de esta Crónica en un video que he encontrado. He pensado que como se nos pasó el apartado de recitado poético con que solemos acabar nuestras tertulias este poema lorquiano podría servir también para amortiguar algo esta carencia.



Durante la tertulia se leyeron también algunos fragmentos de la novela para ver en ellos la belleza del lenguaje y los recursos utilizados. [En la reseña de la novela en "El blog de Juan Carlos" se pueden leer varios de los textos escuchados en la reunión].


La próxima tertulia
Como este año se cumplen los diez años de existencia de nuestro grupo de lectura, tal y como habíamos ya quedado en reuniones anteriores decidimos que la Tertulia con que cerraríamos el curso la celebraríamos con una comida en la Residencia de Estudiantes. En la elección del lugar, además de celebrar debidamente nuestra década, pesó el centenario que este año se cumple de la llegada del poeta granadino a la misma. Quedamos en que comeríamos el día 24 de junio, lunes, a las 14:30 en el Restaurante de la Residencia.

Antes, durante o después de la comida haremos tertulia de la novela elegida de las que entre otras muchas se pusieron sobre la mesa. Hago relación de los títulos que se citaron a fin de que quien quiera leerlos lo haga pues muchos días tiene el verano y más largo parece aún si se pasa de calor como últimamente está sucediendo.

Estos fueron los títulos y sus proponentes:

  • "La mujer de papel" de Rabih Alameddine, citado por Ana
  • "El espía del Rey" de José Poyato, citado por Teresa
  • "Ángeles custodios" de Almudena Arteaga, citado por Teresa
  • "Juliet, desnuda" de Nick Hornby, citado por Juan Carlos
  • "Océano, mar" de Alessandro Baricco, citado por Guida
  • "Largo invierno en París" de Luis Vilchez, citado por Ana
  • "Violetas de marzo" de Philip Kerr (ahora no recuerdo al proponente) 
Procedimos a realizar votación sobre estos seis títulos y resultó elegida por mayoría la novela de Nick Hornby, "Juliet, desnuda". De esta novela existe versión fílmica que actualmente se está pasando en varias plataformas televisivas. 

Para acabar sólo resta señalar al encargado de aportar un poema a la reunión. Como desconozco el orden que se sigue, pido a Mercedes que señale el nombre de la persona a la que correspondería hacerlo. 

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