YuPick creo que nos gustó por su luminosidad, el aislamiento de la salita acristalada donde estuvimos y el relativo silencio que nos permitió comunicarnos bastante bien.
Precioso veneno
(el blog de nuestra tertulia literaria)
Me doy cuenta ahora, al iniciar la escritura de esta crónica, de que no hay testimonio gráfico alguno de la comida-tertulia que el viernes 14 de junio hicimos en el restaurante de comida italiana Ornella en la torre Caleido de Madrid. Fue un encuentro grato en un espacio moderno y agradable que por su luminosidad y vistas a todos nos gustó mucho. Sin embargo no existió tal coincidencia entre los nueve asistentes al encuentro en cuanto a los platos pedidos y al personal que nos los sirvieron. Nos pareció el restaurante Ornella ramplón en su cocina, sin experiencia y sin conocimientos los camareros, y con un precio algo elevado para la calidad recibida.
Pero lo importante en todas nuestras reuniones es el calor humano y eso no faltó en modo alguno, a pesar de que la mesa rectangular y alargada en la que nos instalaron no favorecía para nada el diálogo común entre los tertulianos. De hecho podría decirse que más que una tertulia unitaria lo que hubo fueron dos al escindirse el grupo de nueve en uno de cinco miembros y otro de cuatro. Actuábamos de enlace entre ambas agrupaciones discutidoras María Jesús y un servidor, pero era difícil transmitir informaciones a los extremos de la larga mesa.
La tertulia sobre Azucre
Ana que fue quien propuso la lectura contó que supo de ella por una noticia que escuchó en una emisora de radio. Cuando leyó las apenas 80 páginas de la misma quedó impresionada por el terrible engaño al que unos inocentes chicos fueron sometidos por compatriotas suyos.
Mercedes habló de la circularidad que existe en la novela que inicia y finaliza de manera semejante cerrando así el círculo de la historia narrada: tanto al principio como al final vemos a Orestes dando sus datos a un escribiente; sólo varía que la primera filiación se realiza en Galicia a punto de embarcar y la segunda en Cuba tras la tremenda experiencia vivida en la isla.
María Jesús dijo que la novela le había mostrado la otra cara de lo contado por Sonsoles Onega en La hija de la criada. No comparaba ambas novelas, pues el Premio Planeta 2023 es claramente inferior; simplemente había constatado, con la lectura de ambos libros, dos visiones muy distintas sobre la vida en Galicia en épocas semejantes: una que transcurre en un medio burgués y acomodado; la otra en medio de la indigencia y hambruna más absolutas. Sobre evocaciones de otras lecturas yo mismo manifesté que por momentos Azucre me había hecho recordar a El corazón de las tinieblas de Josep Conrad, si bien sin llegar al grado de terror que la novela del lituano-polaco contiene [en la reseña que tengo hecha en mi blog hablo de esto y otros asuntos en la novela]. Por su parte, y en este mismo capítulo de las evocaciones, Inma habló de cómo las animaciones y/o personificaciones de animales y objetos la llevaron mentalmente a El bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez.
Cecilia, Mari Luz, Juan Carlos, Marga..., todos en definitiva, resaltamos el lirismo, la carga poética que impregna la novela construida en secuencias narrativas muy breves que más que contar sugieren de manera entrevelada sucesos, dan por supuestos otros y dejan a nuestra libre interpretación lo acontecido a este o a aquel personaje. La poeticidad es muy visible en el vocabulario y en la construcción oracional a base muchas veces de repeticiones y paralelismos que construyen un ritmo, una musicalidad; gracias a esto la novela adquiere un tono mágico muy claro.
Además de los aspectos formales y del tema central de la esclavitud, las tertulianas destacaron el tratamiento dado a la mujer en Azucre. Es presentada como un trasto inservible, un estorbo, si bien también aparece como dadora de afecto, cuidadora de la familia, vertida siempre hacia afuera, hacia los demás, sin importarle los desprecios que habitualmente recibe.
La próxima tertulia
Hasta entonces, queridas amigas, os deseo a todas un muy feliz verano
Queridas tertulianas, espero que me disculpéis en esta ocasión. Estoy bastante ocupado con lo de la Mesa redonda en el Ateneo del próximo lunes día 3 de junio a las 19:30 horas; es por eso que esta crónica será necesariamente breve.
El lugar donde nos convocó Cecilia nos encantó a todos; personalmente ignoraba que bajo esos gigantes de cristal y acero se ubicasen locales agradables y con encanto. Habrá que volver; de hecho creo que la convocatoria de nuestra última tertulia del curso tendrá lugar en uno de ellos, pero no aseguro nada para no equivocarme.
Sobre la lectura que llevábamos el grado de satisfacción fue en esta ocasión unánime. Todo -o casi todo- nos había gustado: la historia; los personajes, en especial las mujeres, algo quebradas, abismadas, sometidas al varón siempre. Quien narra es Claudia, una niña de ocho años, pero lo hace utilizando el tiempo verbal de pretérito, esto es quien está contando ya no es esa niña sino la mujer en que se ha convertido, si bien la manera de relatar, de presentar la psicología infantil está muy bien lograda. De todos modos destacamos que Claudia niña tenía en ocasiones reflexiones no muy propias de su edad; hubo alguna compañera que la comparó o identificó con la Mafalda del dibujante Quino (sí, desde luego que se le asemeja a veces).
Nos agradó mucho el lenguaje con ese vocabulario tan característico de Colombia. Y luego nos encantó el paisaje, la naturaleza que metafóricamente se mete en a casa de la pareja protagonista y a Claudia madre, esa fuerza representada en Gonzalo se la lleva por delante. Pero, sin embargo, ella no abandona a su maridito dueño del supermercado; tiene una aventura, pero no más. Se atisba en algún otro momento otra posibilidad de salir de ese letárgico matrimonio, pero casi siempre ella reconduce la situación a la ¿seguridad? Como a la niña narradora, a Claudia madre el abismo la atrae, pero al final, al igual que su hija, no se lanza definitivamente a él. Les basta a ambas con el cosquilleo que sienten en sus cuerpos.
Esta Claudia madre fue la que se llevó la mayor parte de la tertulia: una depresiva, que al final parece remontar, dije yo [en mi blog lo explico algo más por extenso]; representa a las 'malas madres' -dijo otra tertuliana- e incluso en la novela realiza una especie de reivindicación de las mismas; una conformista; una mujer reprimida por sus propios padres que no la dejaron realizarse; etc. Todo esto y mucho más se dijo sobre esta Claudia madre.
Y la Claudia niña con esa muñeca, Paulina, con la que dialoga, sobre la que vierte sus dudas y a la que como si estuviese haciendo vudú decide despeñar. Todo lo de esta niña es delicioso de leer, a pesar de que en algunos momentos se siente la dureza al ver que la niña no es querida por sus padres. Quizás esta condición sea la que le ha hecho crecer más deprisa que a otras de su misma edad. En Sudamérica las chicas crecen muy deprisa, apuntó atinadamente una compañera de tertulia.
La manera de escribir, el ritmo, la musicalidad, la mezcla de géneros en algún momento de la novela, ese final abierto a múltiples interpretaciones, la brevedad, la descripción de esa naturaleza que todo lo devora... Todo esto nos agradó muchísimo a todos.
Y así transcurrió la tarde tertuliana en Secrets, el local donde nos reunimos y disfrutamos de unas horas en agradable conversación.
Próxima tertulia
Decidimos que la lectura de nuestra próxima tertulia saldría de entre las anteriores. Quedaron al final dos claras candidatas: la de Bibiana Candia y la de Aki Shimazaki. Por 5 votos frente a 4 ganó Azucre de Bibiana Candia, propuesta por Ana. Esta, pues será la lectura para junio.
Fecha y hora
Al tratarse de nuestro último encuentro del curso 2023-2024 decidimos hacer una tertulia con comida incluida. La fecha elegida fue la del día 14 de junio y el lugar para realizarla, el restaurante Ornella situado en el mismo complejo de torres donde nos encontrábamos. La hora, las 13:30 para así poder tomarnos una cañita previa y entrar coin mejor pie en la comida posterior.
Saludos
Siete personas asistimos a esta reunión de final de trimestre. Fuimos las siguientes: Mamen, Ana, Mercedes, Mari Luz, Marga, Guida y el hacedor de este escrito, Juan Carlos. Tras los saludos de rigor y el intercambio de comunicaciones sobre el estado de salud de quienes comparecíamos, pasamos de seguido a hablar de Los recuerdos del porvenir, la novela de la mexicana Elena Garro que habíamos leído. Rompió el fuego Marga que fue quien la propuso. Esta vez la tertulia fue conversacional, sucediéndose unas y otras opiniones sin orden previo de intervención, sino de manera natural, tal y como se desarrollan las conversaciones entre amigos. Se pusieron sobre la mesa temas diversos muy interesantes que a unos y a otros habían llamado la atención y despertado el interés: la historia de México desde el principio del siglo XX y hasta el final de la década de los años 20 de ese mismo siglo; el machismo; la crueldad; mujeres y hombres; el narrador; la disolución del tiempo; el sentido que pudiera tener la piedra con que abre y cierra el relato; la circularidad del mismo; la biografía de Elena Garro; la preocupación de la escritora por las clases humildes, por los campesinos; su oposición a ser considerada una escritora feminista; el realismo mágico en Elena Garro: ella no se considera inmersa en esa tendencia literaria, una etiqueta comercial, cuya única finalidad -decía la autora fallecida en Cuernavaca en 1998- era simplemente vender más y mejor ; Elena Garro y España; Elena Garro y Octavio Paz; etc., etc.
Así, animada y sosegadamente, discurrió este encuentro entre amigos que gustan de la lectura. Mejor si lo que se lee, como ocurrió con Los recuerdos del porvenir de Elena Garro es una novela que gusta en líneas generales, pero que genera cierta controversia, que incita a debatir, a contraponer ideas. Al celebrarse el encuentro el día en que internacionalmente se homenajeaba a la Poesía, incidimos bastante en la belleza que tiene el lenguaje utilizado por la escritora en esta novela. Leímos algún fragmento para ratificarlo y concluimos que, pese a ser prosa, el estilo de la mexicana es ciertamente poético. Al respecto, yo, en mi blog, antes de acudir a la reunión había publicado una entrada con el título «21 de abril, Día de la Poesía. Elena Garro» que invito a leer a quien quiera hacerlo.
Tras la tertulia propiamente dicha buscamos libro para nuestra próxima cita. Además de los ya puestos sobre la mesa en otras reuniones, esta vez Guida habló de El mago del Kremlin de Giuliano da Empoli, una novela de poco más de 300 páginas publicada en Seix Barral que toca un tema tan de actualidad y sumo interés cual es el Kremlin, centro del poder en Rusia. Extraído de la contraportada de la novela se puede leer:
«De la guerra de Chechenia a la crisis de Crimea pasando por los Juegos Olímpicos de Sochi, por El mago del Kremlin desfilan empresarios, Limonov y Kasparov, modelos y todos los símbolos del régimen en la que es la gran novela de la Rusia actual y una magnífica meditación sobre el poder y la fascinación por el mal y la guerra».
Pues, sí, parece interesante. Así que, dicho y hecho, para la tertulia del mes de abril leeremos este título de Giuliano da Empoli, escritor italo-suizo afincado en Milán.
Como si del juego de la oca se tratara, decidimos saltar del Día de la Poesía al Día del Libro, y reunirnos el martes 23 de abril. El lugar aún no quedó fijado, pues aunque en La Zamorana estuvimos la mayor parte del tiempo bien y a gusto, sin embargo hacia el final comenzaron a llegar comensales bulliciosos que impedían escucharnos debidamente. Será Guida quien nos comunicará en tiempo y forma dónde haremos la reunión abrileña. Lo que sí acordamos fue que la hora de reunión será la de las 19:00, o sea las 7 de la tarde, media hora más tarde que las últimas.Antes de abandonar el local, y pese al alboroto que algunos niños de las mesas adyacentes realizaban, quisimos homenajear a la Poesía en su Día y leímos unos poemas. Guida leyó poemas de sus compañeros del Taller de Poesía al que acude; concretamente escuchamos algún hermoso poema de Blanca Morel, la profesora. Yo me atreví a leer el poema que, en la entrada citada anteriormente, incorporo en mi blog como celebración de este Día.
Y así concluyó la jornada. En la calle las terrazas estaban llenas de jóvenes que tardeaban esperando la llegada de la noche cerrada para proseguir en el regocijo constante que para ellos es la vida. Al verlos me vinieron a la memoria los versos de Jaime Gil de Biedma que hablan de cómo él recordaba su juventud, su empuje vital:
«como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante»
El poema completo es bastante más triste que lo que estos dos versos evocan. Pero quiero quedarme hoy en lo animoso no quiero llegar al «único argumento de la obra» con que el poeta barcelonés cierra el hermoso poema.
Os deseo a todas unos buenos días de descanso. Que lo paséis bien y las lecturas os sean propicias.
Diez fuimos quienes acudimos en esta ocasión, prácticamente todos, salvo Mari Luz a quien obligaciones familiares le impidieron acercarse. Sin dilación alguna nos pusimos a comentar la novela de Claudia Piñeiro. Abrí yo la ronda de intervenciones, al haber sido quien propuso la lectura. No dije mucho, pero lo dicho (mi disfrute total con la lectura, la agilidad en la manera de escribir, el modo de construir el suspense en el relato, el costumbrismo urbano que muestra, el aspecto cinematográfico que presentan muchos de los capítulos semejantes a secuencias fílmicas...) dio pie a las intervenciones de unas y otras tertulianas.
En general la novela, novelita por su extensión en páginas para unas y 'novelita' por su nivel literario para otras, satisfizo a todos. Hubo quien en sentido positivo la calificó de caricatura; también hubo quien lo hizo en un sentido no tan positivo. Se la tildó de novela simple en su temática y construcción, superadas ambas en la actualidad, se dijo. Esta consideración dio lugar a un encendido -y en ocasiones confuso- cruce de intervenciones sobre si la actualidad o no de un tema descalifica a un relato, sobre que la técnica de construcción de una narración no es una carrera de innovaciones, sino que de lo que se trata es de hacerla bien, de que encaje bien en el conjunto...
A quienes el tema pareció antiguo se opusieron aquellos que consideraron la plena actualidad del asunto y no sólo en Sudamérica, sino también entre nosotros hoy mismo. Sobre los personajes se dijo que eran estereotipos, algo en lo que todos estuvimos de acuerdo; se dijo que eran almodovarianos, consideración en la que algunos convinimos en lo positivo y para nada en su posible sentido negativo. Relacionamos esta cualidad de estereotipos con el hecho de ser toda la novela una caricatura de una realidad. Y en cuanto a la aparente sencillez, se habló de que hacer fácil lo difícil está sólo al alcance de unos cuantos y que no había tal cosa ni en el contenido, con muchos asuntos de interés, ni en lo formal con variedad en las técnicas y en la organización de los temas.
En fin, como veréis, estuvo animadita la cosa. Así da gusto hacer tertulia. Simplemente añadir para finalizar que yo en mi calidad de proponente hablé de que en 2017 la autora sacó una especie de continuación de "Tuya" titulada "El tiempo de las moscas". Quise contar algo de esta novela, pero mis compañeras se opusieron con firmeza. Yo, disciplinado como soy (ja, ja...) callé. Desde el silencio de la escritura sólo me permito decir para quien quiera leerlo que en mi blog tengo extensa reseña hecha de "El tiempo de las moscas" y más breve de "Tuya" (pinchando en los títulos de ambas novelas se puede acceder a ellas).
La próxima lectura y día de la tertulia
Procedimos, tras los comentarios sobre la novela de la Piñeiro, a elegir lectura para el mes de marzo.
Sobre la mesa se pusieron los siguientes títulos:
En general la novela de Trapiello había gustado a todos los comensales. Hubo quienes vieron que algo faltaba al relato para ser redondo; quienes consideraron algo lentas y pesadas las primeras páginas del libro que tarda en remontar y alcanzar la debida velocidad de crucero; quienes alabaron el canto a la literatura de kiosko que el autor realiza [sobre esto en la reseña que tengo hecha en mi blog hablo más por extenso]; quienes -la mayoría- comentaron con agrado la mezcla entre realidad y ficción que se muestra en la obra llegando a confundir (mejor sería decir 'queriendo llegar a sustituir') la una con la otra; quienes, al hablar de lo anterior, lógicamente comentaron el mucho saber que el escritor tiene sobre Cervantes y la figura de Don Quijote de La Mancha, personaje sobre el que ha escrito algún que otro libro de lo más interesante; quienes...
Se discutió sobre si estábamos ante una novela negra o no; también se apuntó si era perceptible o no que se tratara de una obra de encargo para concurrir a un premio literario con 'garantías'; se señaló la intensa metaliteratura que hace presencia en la obra; se puso en valor la perfecta incardinación de la historia narrada en el marco histórico de ese día 23 de febrero de 1981; y especialmente se ensalzó la muy bien lograda galería de personajes con individualidad y personalidad propias que construye el novelista leonés.
Respecto al marco en que se sitúa la narración, el golpe de estado del coronel Tejero, y el lugar en que se reúne la ACP (Amigos del Crimen Perfecto), el Café Comercial, los miembros de "más que palabras..." reconocimos ambos espacios; para algunas este tiempo ya lejano les pareció triste. Este apunte reavivó el debate, que derivó hacia la famosa Movida, suscitándose una serie de intervenciones sobre si la Movida fue un movimiento muy particularizado desarrollado dentro de determinados grupos sociales formados por no muchos individuos. También se habló algo sobre la figura pública hoy de Andrés Trapiello, periodista y articulista en algunos medios; en este punto se constató la muy distinta percepción que unos y otros tenemos de este hombre.
Y así, en animada conversación y comida no muy picante, pero sí muy colorista, transcurrió este primer encuentro literario del año 2024. Pasamos luego a elegir el libro de nuestra próxima lectura y la fecha de reunión. Se pusieron sobre la mesa, por entonces cubierta de porciones de tartas de queso viajando a lomos de vacas lecheras, varios títulos sobre los que se votó para elegir el preferido. Las obras propuestas y los votos recibidos por unas y otras resultó así:
Esta vez la tertulia la celebramos en El café del rey, local que durante años ha albergado varias de nuestras reuniones y que nos agradaba a todos. Sin embargo esta vez hemos notado restricciones y/o reticencias como la de no permitirnos hacerla en la parte de atrás del local donde acostumbrábamos y que tanto nos gustaba. Hubimos de hacerla en la parte delantera junto a la barra en una mesa donde apenas si los cinco asistentes cabíamos con holgura. En fin, que me temo que haya sido la última vez que lo elegimos como lugar de encuentro.
En cuanto a la tertulia en sí misma, ésta discurrió de manera más que agradable y distendida sin el obligado orden de intervenciones sucesivas que, siendo conveniente, deja a los últimos partícipes sin casi nada que decir y con los argumentos e ideas que se les suscitan durante la intervención de otros agostados en el educado silencio. No, en esta ocasión al estar muy cercanos los tertulianos, casi casi como si la mesa de bar fuera una hogareña mesa camilla, la tertulia fue más dialogada y menos del tipo conferencia.
Rompió el fuego Ana, proponente del título. Como ya comentó en la tertulia anterior ella tampoco conocía a Graham Swift. Lo leyó a raíz de una reseña o algo así que llegó hasta ella en alguna revista, periódico o suplemento literario. Habló de que es un libro que aborda infinidad de asuntos. Y ya con esto el diálogo cruzado y ordenado surgió de manera muy natural. Se inquirió sobre qué tema o asunto nos parecía el central, el nuclear: ¿el amor, la muerte, la literatura, la inmortalidad...? Hubo aquí debate e intercambio de opiniones. También Ana señaló la inmensa cultura del autor que se revela en esta novela, algo en lo que todos estábamos más que de acuerdo.
Se habló de la relación del protagonista Bill Undwin con las mujeres: que si estaba enamorado de la madre (si, no, a veces...), que si se sentía abandonado por ella, que si era posesivo con su esposa Ruth, que si se relacionó bien o mal con alguna alumna e incluso con la esposa de su jefe en la universidad, etc.
Se señaló como algo esencial en la novela la presentación de diversas historias insertadas dentro de la principal, la que relata el personaje protagonista. Llamó la atención la situada en el siglo XIX. ¿Qué sentido tiene ésta? El sentido, además del genealógico que al final se descubre, es presentar el paralelismo entre la vida de Mattew Pearce, protagonista de la del XIX, y la de Bill Undwin, el yo de la narración principal que transcurre durante la segunda mitad del siglo XX, en la que la otra está incrustada a través de esos 'papeles' o 'cuadernos' que han llegado a sus manos tras la muerte de su madre en 1986. En nuestra tertulia hubo aquí, en el asunto del siglo XIX, aclaración de algunos extremos propios de ese siglo que tenían indudable interés: desarrollo del ferrocarril, filosofía transcendentalista, paleontología, etc.
Comentamos los indudables paralelismos existentes en la novela entre las dos historias. Asimismo nos detuvimos en la evidente analogía que se realiza entre la vida del protagonista, su familia y sus relaciones, y la que se muestra en la tragedia Hamlet de Shakespeare. A este respecto todos coincidimos en la impresión que teníamos de que la novela está muy incardinada dentro de la cultura inglesa, razón por la que seguramente algunos extremos se nos habrán pasado por alto.
Se valoró la forma y estructura que Graham Swift da a su novela : comienza por el final y luego va alternando en una especie de contrapunto cada una de las dos historias que presenta desordenadas con múltiples anticipaciones y vueltas hacia atrás. Esta manera de proceder hace al principio algo confusa la intelección para el lector, pero poco a poco uno se va haciendo con la misma. Utiliza diferente tamaño de letra en el diario de Mattew Pearce que en el resto; asimismo hace uso de distintas personas narrativas (1ª, 2ª, 3ª) según sea la historia que esté presentando e incluso el momento de la misma. Todo esto hace que la novela no sea una obra fácil y así lo señaló alguna tertuliana. Pero, quizás, también por ello gustó a muchos otros, al ser un libro distinto, no habitual.
Y así con estos comentarios y otros que fueron saliendo al paso pusimos fin a la tertulia sobre "Desde aquel día" de Graham Swift. En El blog de Juan Carlos tengo a punto de publicar una reseña sobre la novela. Cuando lo haga invito a quien quiera leerla a pasarse por allí.
¿Qué libro leeremos? Sopesamos la propuesta que Mamen hizo a través de wasap, pero la desechamos al tener "El pacto del agua" de Abraham Verghese nada menos que 784 páginas. Ella, desde la distancia, coincidió con nosotros y decidimos dejar su lectura para un periodo vacacional más largo (el verano, por ejemplo) y menos lleno de actividades y compromisos familiares como son las Navidades.
Yo acabo de leer "Los amigos del crimen perfecto" de Andrés Trapiello. Dije que me había entretenido y que tras "Desde aquel día" podría ser una buena lectura para descansar de profundidades y densidades narrativas. Además existe una cierta similitud entre ese grupo de amigos del crimen perfecto y un grupo tertuliano como el nuestro. Creo que podría ser simpático vernos reflejados, que no identificados, en su dinámica. El hecho fue que todas las asistentes aceptaron la propuesta y decidimos que ésa sería la lectura que llevaremos para comentar en esa comida de Año Nuevo que propusimos celebrar el día 18 de enero de 2024. ¿El lugar? Aún por dilucidar. Se admiten propuestas.
Hasta entonces, queridas amigas tertulianas, deseo que paséis unas muy felices fiestas junto a todos vuestros seres queridos. Desde aquí muchos besos para todas.
Pero no habíamos ido a la calle del Prado para lamentarnos, la literatura nos convocaba y con gozo por ella ahí estábamos. Fue quien estas líneas escribe el encargado de abrir la sesión. "Las ninfas", dije, me ha gustado mucho; creo que Umbral maneja la lengua como pocos lo hacen. Y no dije mucho más habida cuenta de que desde septiembre en "El blog de Juan Carlos" tengo colgada una reseña de la novela y cualquiera puede leer ahí mis argumentos.
Pero no fue lo anterior el motivo central de mi parca exposición, sino sobre todo el hecho de comprobar que a mis compañeras apenas si el libro les había agradado algo. Todas admitieron que estaba bien escrito, que el vallisoletano de marras escribía bien el condenado. Sin embargo, a una la historia le había parecido muy lejana y provinciana; a otra la figura real del hombre Paco Umbral se le imponía durante la lectura y le impedía su disfrute; a la que se sentaba a su vera le había resultado algo aburrida; y a aquella que se le rompió un zapato durante el temporal (ja, ja, ella sabe quién es) le había resultado demasiado avanzado y poco creíble el comportamiento de las parejas de adolescentes en esa década de los años 50.
También hubo alguna valoración positiva de la novela aparte de la de este escribidor. Se habló con satisfacción del inmenso lirismo contenido en ella. Al respecto yo señalé que la novela estaba en la senda de "Mortal y rosa", libro imprescindible en la trayectoria vital y literaria del novelista publicado en 1975, un año antes de "Las ninfas". Todas las tertulianas coincidieron en afirmar que según iban avanzando en la lectura, la novela iba ganando. Al final, este cronista llegó a pensar que en el fondo a las amigas tertulianas no les había disgustado tanto la novela como en un principio habían afirmado.
Lo que si estuvo bien en esta tertulia de octubre fue el intercambio plácido y conversacional de las opiniones entre los tertulianos. Yo diría que fue una reunión enriquecedora en la que de manera sosegada salieron asuntos como el memorialismo, la autoficción, la vida pública de Francisco Umbral: la persona y el personaje, su bastardía que le marcó tanto, la protección por parte de Miguel Delibes en Valladolid y de Camilo J. Cela en Madrid, etc., etc. Como digo, en el fondo no fueron pocos los palos que se tocaron en la reunión.
El encuentro tertuliano
Establecimos como día para reunirnos y comentar la novela de Graham Swift la fecha del 22 de noviembre, miércoles. El lugar, el Café del Rey, espacio al que hace tiempo que no acudimos y que todos recordábamos con agrado. La hora, las 18:30. Así que ahí nos veremos, amigas.