viernes, 13 de marzo de 2020

Marzo 2020: "El infinito en un junco" de Irene Vallejo

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Es viernes 13 de marzo cuando me pongo a escribir esta crónica. Sólo han pasado dos días desde que unos cuantos tertulianos (Guida, Inma, Margarita, Teresa, Mercedes, Mary Luz y yo mismo) nos reunimos en el Ibis de Malasaña para hablar del libro que llevábamos de lectura, pero aún me encuentro bajo la impresión de lo sucedido ayer jueves a nuestra amiga Guida. No es éste el lugar, pero tampoco quisiera ponerme a hablar de libros como si nada ocurriera a mi alrededor. Guida, desde aquí sólo puedo enviarte, en nombre de todos y en el mío propio, nuestro cariño de tantos años y nuestros sincerísimos ánimos para ti y tu hijo. Un beso.

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La Crónica
La ciudad con esto del Coronavirus está ciertamente algo transfigurada. Todos estamos cambiando desde que por fin los gobernantes decidieron implicarse en el asunto y no dejar pasar los días con esa actitud tan habitual entre nosotros, a la manera arábiga, de 'el tiempo todo lo cura'. El caso es que tras el anunciado cierre de colegios y universidades del miércoles, los tertulianos dudábamos si bajar ese día al Hotel Ibis de Manuela Malasaña tal y como en febrero habíamos quedado. Bueno, el miércoles llegó y a las 19:00 horas los siete nombres citados arriba estábamos allí en torno a unas cervezas comentando la actualidad y a punto de iniciar la tertulia sobre el libro de Irene Vallejo.


Rompió el fuego Mary Luz que fue quien lanzó el título en la tertulia anterior. 'Bueno tú y Manuel Longares', añadimos los demás recordando la espontaneidad del "¡Es cojonuda!" que el autor de "Romanticismo" profirió nada más oír los nombres de autora y título. Justificó Mary Luz su propuesta por haber escuchado de labios de una amiga, muy buena lectora, su satisfacción con el libro. Añadió luego que le había sorprendido la enorme documentación manejada por la escritora y en especial esa manera de enlazar el mundo de la Antigüedad clásica con el nuestro actual.

A partir de aquí, de manera muy natural, se inició un cruce de intervenciones grato y fructífero. A algunos en la obra no nos habían sorprendido en demasía, por conocidas, las informaciones aportadas; es más alguien estimó que la obra caminaba no por la linde sino consciente y plenamente por la senda abierta del best seller. Personalmente yo -la verdad es que ahora no sé si lo dije en voz alta o tan sólo lo pensé- creo que cuando se unen éxito comercial y calidad en los contenidos y en la manera de presentarlos, los lectores podemos darnos con un canto en los dientes, vamos, que para nada me parece demérito sino todo lo contrario.

Todo, para obra y autora, fueron comentarios elogiosos destacando entre ellos los referidos al enorme número de anécdotas presentes en "El infinito en un junco", a las etimologías de términos que desconocíamos y que como amantes de las lenguas a muchos nos satisface saber, al sentido homenaje que Irene Vallejo hace a su profesora de instituto gracias a la cual ella se enamoró de la cultura griega, a la gracia con que cuenta ciertas cosas, etc. También hablamos sobre los dos Premios recibidos por la obra: el primero, el Ojo Crítico de Narrativa 2019, pese a tratarse de un ensayo nos pareció oportuno dada la narratividad contenida en el libro; y el segundo, el Las Librerías Recomiendan de No Ficción 2020, lo demuestra claramente la 9ª edición que el libro, aparecido en septiembre de 2019, ya ha alcanzado.

librería Rafael Alberti
Hablar del enorme éxito de ventas que el libro está teniendo (figura con el número 1 en el hip parade de obras de no ficción más vendidas) nos llevó de manera natural a recordar la presentación del mismo en la librería Rafael Alberti con presencia de la autora el pasado 25 de febrero. A ese acto acudimos cuatro tertulianos -Inma, Guida, Mary Luz y yo mismo- que disfrutamos mucho con las palabras de todas las intervinientes: la periodista Eva Cruz, la editora de Siruela Ofelia Grande y la propietaria de la librería Lola Larumbe. Echamos en falta -criticamos, más bien- que sólo se le plantearan a la escritora tres cuestiones: el asunto de la oralidad -sin lugar a dudas, comentamos en nuestra reunión, uno de los más hermosos y mejor tratados en el libro-; el de la invención del alfabeto, de los signos de la escritura -esa poetización del acto que en la voz suave, tierna y persuasiva de Irene Vallejo, enamoró a la audiencia y, añadimos nosotros, es el mismo tono que con idénticos resultados se percibe en su escritura. De ahí su enorme éxito-; por último, la periodista le preguntó por ese acoso escolar sufrido durante su adolescencia en el IES. Los que escuchamos sus respuesta a esta cuestión pensábamos que en el libro le dedicaría más espacio, pero no es tanto aunque sí viene a confirmar que su afición a la escritura deriva de la necesidad que ella sintió en esa época de buscar un refugio ante el bullying, y lo encontró en sus diarios, en el afán de escribir y en el de imaginar.

Finalmente yo comenté mi gusto por la lectura de estos libros que hablan de libros [todo esto lo expongo más por extenso en la reseña que sobre la obra tengo hecha en mi blog] y cité la deuda que la misma Irene Vallejo confiesa a autores como Alberto Manguel, Jordi Carrión o el mismísimo Umberto Eco. Respecto al último de los citados alguien comentó que en la RTVE2 esa misma noche pasaban "El nombre la rosa", película que la escritora cita con afecto y es que, alguien en la tertulia dijo, a ella le gusta más la peli que la novela en la que se basa. Esta opinión algunos la justificamos por la casi segura imposibilidad de que una niña nacida en 1979 leyese una novela aparecida en 1980 siendo más lógico que viese la versión cinematográfica realizada en 1986.

Y por estos derroteros discurrió el resto de la reunión que como siempre fue agradable, distendida y entrañable.

La próxima lectura
Como siempre había que elegir lectura para la próxima cita. Se barajaron varios títulos: "Lincoln en el Bardo" de George Saunder, propuesto por Cecilia en el chat de la tertulia; alguno de Javier Cercas ("Terra alta", "Las leyes de la frontera", "El impostor"...) fue la propuesta de Teresa Tena; o alguno de Mia Couto ("Jerusalén", "El último vuelo del flamenco"...) a propuesta de Guida. Se inició un diálogo sobre cuál o cuáles escoger que concluyó en elegir dos que no fuesen muy extensos y a los que hubiese acceso en estos momentos en que todas las bibliotecas madrileñas están cerradas. Los elegidos fueron: "Las leyes de la frontera" de Javier Cercas y "Jerusalén" de Mía Couto.




Luego había que elegir fecha para reunirnos. ¡Madre mía, con la que está cayendo! Era difícil señalar una, pero, con todas las alertas encendidas y abiertos a la evolución de los acontecimientos que cambian a gran velocidad, decidimos lanzar una posible: el 22 de abril, a la hora acostumbrada (19:00 horas), en el sitio habitual: Hotel Ibis de la c/ Manuela Malasaña.

Un abrazo