martes, 4 de julio de 2017

Despedida del año lector. La tertulia de "Plegarias nocturnas"

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Parecía que la fecha -3 de julio- no iba a favorecer la asistencia a la tertulia, pero se trataba de la Tertulia con mayúscula no de una más entre otras muchas. En esta ocaión íbamos a cerrar el Curso Lector (¡sí, también con mayúsculas, por qué no!) como debe cerrarse algo que ha satisfecho a todos y que ha cumplido sobradamente todas las expectativas, lo cerrábamos con una Cena de clausura en el "Metro Bistro" de la C/ Evaristo San Miguel, 21 . Y, claro, allí que nos fuimos la decena de contertulios que aún aguantamos en Madrid por estas fechas.

La idea con la que fuimos llegando a eso de las 20:00 era, como en otras ocasiones, la de comentar durante 30 ó 45 minutos la novela de Santiago Gamboa para luego cenar distendidamente. Pero desde un primer momento el local, que comenzaba a ver ocupadas sus mesas por otros clientes, y los camareros, que con presteza pasaron a ofrecernos la carta de platos y entrantes, nos hizo pensar que en esta ocasión el colombiano de marras y su octava novela deberían aguantarse y pasar a un segundo plano pues la gastronomía parecía pedir paso con sobrados ímpetus. Sin embargo -¡madre mía, lo que son las cosas!- los diez comensales (Ana, Inma, Guida, Marga, Maru, un servidor, Mercedes, Teresa, Carmen Sánchez y Carmen Alonso [Mamen]) comenzamos, sin posiblidad de moderación alguna, a dar nuestras impresiones sobre "Plegarias nocturnas", la novela que habíamos leído durante el mes de junio. En tiempos de diversidad y fusión también nosotros el lunes 3 de julio creamos la nuestra, había nacido la gastrotertulia. Un acierto en toda regla.

⇛ El primer formante del palabro, 'gastro', se concretó en una serie de platos y entrantes a compartir que fueron todo un acierto: croquetas artesanales, ceviche de vieira patagónica, tacos de gallina campera, guacamole con chips, y raíces nativas. Estos platos los regamos tras la caña de cerveza primera con un vino blanco de uva Chardonnay procedente de La Mancha llamado "Blas Muñoz". La responsable de tan sabia elección fue Maru quien, natural de Villatobas, conocía el producto por estar las bodegas Muñoz en la localidad de Noblejas, próxima a la suya. Un acierto completo, Maru. Lástima que el local sólo contase con dos botellas y tuviésemos que completar con un Rueda verdejo de nombre "El perro verde" que no le llega al Chardonnay manchego a la suela del zapato. La magnífica serie de platos anterior decidimos cerrarla por todo lo alto compartiendo dos 'Homenajes al chocolate de Trufa “Bombón”, semi-frío con pimienta Sansho-Ko, ganache Peta Z y mousse de cacao'.

La parte propiamente de Tertulia fue surgiendo de manera natural y sosegada al hilo de la ingesta y trasiego de vinos y viandas. Intentaré resumir un poco lo que allí se puso -nunca mejor dicho- sobre la mesa:

En general la novela había agradado a casi todos, aunque hubo a quienes nada gustó y otros que manifestaron cierto desapego hacia el autor por la suficiencia que el mismo mostraba en algunas entrevistas que cuando la novela apareció había concedido; diríase -dijeron quienes le habían visto y oído hablar- que su manera de estar en el mundo literario fuese la del gran autor colombiano émulo de García Márquez. Pero ¿por qué en esta ocasión no sólo Guida quiso indagar en la personalidad y biografía del autor sino también otros tertulianos como la misma Mercedes? Pues simple y sencillamente porque en la novela hay una sección titulada "MONÓLOGOS DE INTER-NETA" que a todos nos sorprendió mucho y no sabíamos a ciencia cierta interpretar. Buscando alguna explicación a la misma Guida y Mercedes se zambulleron en las aguas de Internet y de palabras del propio autor obtuvieron una interpretación que las satisfizo plenamente: "Es una anticipación de lo que sucederá", "Cumple el mismo papel que el Coro en la Tragedia Griega". Tales explicaciones aunque comprensibles sin embargo no nos parecieron pertinentes a todos, y, al decir de algunos (Mamen, por ejemplo), el autor se comportaba con trampa al velar de tal manera el sentido como si quisiera mostrar a los lectores su bajo nivel respecto a la gran inteligencia suya que eran incapaces de penetrar. Y es que para la mayoría, entre los que me cuento esta sección era el futuro, sí, pero no en plan Coro Griego sino el futuro que Juana, uno de los personajes, estaba viviendo una vez que se deshizo el lío de la madeja que la novela había planteado. En fin, teorías e interpretaciones. Yo en este punto [como siempre suelo hacer quien quiera saber todas mis opiniones sobre la novela puede entrar en mi blog] me pongo de parte de aquellos que dicen que el texto literario pasa a ser propiedad del lector cuando sale a la luz y que no pocas veces el propio autor descubre cosas que ni él había imaginado durante las fases de escritura.

En lo que todos, incluso los defensores del relato, coincidimos fue en la grisura de la historia, en el repaso que da a los años oscuros vividos por Colombia durante la presidencia de Álvaro Uribe, en la 'peculiar' relación que existe entre los dos hermanos, en el difuminado papel dado a los padres de Manuel y de Juana, en el cosmopolitismo de la historia que sucede en no pocos países, en el exceso de sexo -innecesario, por redundante- contenido en la confesión de Juana al cónsul...; y, sobre todo, en lo inverosímil que a todos nos pareció la facilidad con que Juana sale de Teherán acompañada por su hijo de pocos años. En fin, vamos, que aunque Santiago Gamboa escribe bien, con agilidad y tal, deja en esta novelas algunos cabos sueltos de entidad. A lo mejor es que la historia de naufragio/s que la novela es en parte también lo incluye a él (no sé esto que acabo de escribir es una mera aportación de quien hace esta crónica).

La próxima Tertulia
⇛ Iniciamos ahora las vacaciones de Verano y no nos volveremos a encontrar hasta el mes de septiembre cuando, como ya es tradición en este grupo lector, nos veremos en el Kiosko Montserrat de Madrid Río. La fecha acordada, 25 de septiembre. La hora, la de siempre: las 19:00. 



⇛ ¿La lectura? Tras un intercambio de opiniones decidimos que la novela que leeríamos sería "Tú no eres como otras madres" de Angelika Schrobsdorff que parece contar con críticas favorables en muchos blogs y tener un éxito popular innegable.

⇛ Para el Rincón poético de la tertulia setembrina, siguiendo el orden establecido, el próximo vate será Mary Luz, y como reserva por lo que pudiera pasar el turno corresponde a quien Mercedes diga pues es ella quien lleva el orden como buena secretaria de esta Tertulia que es. 

Rincón poético
En esta ocasión tocaba elegir y recitar poema a Maru que cumplió una parte del encargo, elegir poema, pero que como su tocaya María Jesús declinó leer el poema de su elección. Así que fue otro, -yo, el escribano-, quien lo recitó. Y desde aquí pido disculpas por los errores en que pudiera haber incurrido. El poema es de Wislawa Szymborska, escritora polaca (Prowent, actual Kórnik, 2 de julio de 1923 - Cracovia, 1 de febrero de 2012) ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1996. El poema tiene un título muy matemático -no podemos olvidar que Maru ha sido durante su larga vida laboral profesora de esta materia-: El número Pi .
Acontinuación, como habitualmente suelo hacer, incluyo el texto y el poema recitado por mí mismo. Ruego benevolencia.

El número Pi
(Wislawa Szymborska)


El número Pi es digno de admiración
tres coma uno cuatro uno,
todas sus cifras siguientes también son iniciales,
cinco nueve dos, porque nunca se termina.
No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco,
con un cálculo ocho nueve,
con la imaginación siete nueve
o en broma tres dos tres, es decir, por comparación
ocho cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres en el mundo.
La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe,
Igualmente hacen, aunque un poco más tarde, las serpientes fabulosas.
El cortejo de cifras que forman el número Pi
no se detiene en el margen de un folio,
es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire,
a través del muro, de una hoja, del nido de un pajaro,
de las nubes, directamente al cielo
a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo.
¡Oh, que corta es la cola del cometa, como la de un raton!
¡Que frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio!
Pero aquí dos tres quince trescientos noventa
mi número de télefono la talla de tu camisa,
año mil novecientos setenta y tres sexto piso
número de habitantes sesenta y cinco céntimos
la medida de la cadera dos dedos la charada y el código
en el que mi ruiseñor vuela y canta
y pide un comportamiento tranquilo,
tambien transcurren la tierra y el cielo
pero no el numero Pi, este no,
el es todavia un buen cinco,
no es un ocho cualquiera,
ni el último siete
metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad
para la permanencia.