jueves, 20 de enero de 2022

Comida de Año Nuevo, Tertulia y Amigo Invisible

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La Comida
Muchas ganas teníamos de vernos aunque el bichito de marras siga rondándonos. Para evitar en lo posible males mayores los que confirmamos la asistencia al reencuentro en el Restaurante "La Tape" de c/ Malasaña esquina San Bernardo lo hicimos aportando la realización de test de antígenos negativo; no queríamos contagiar ni ser contagiados. Solidaridad y amistad ante todo.

Con tal tranquilidad (relativa, claro, porque absoluta sabemos que no existe) a las 14:00 estábamos en la planta alta de La Tape los siguientes amantes de la literatura: Mamen, Margarita, Inma, Guida, Mary Luz, Cecilia, Carmen y quien estas letras escribe, o sea yo, o sea Juan Carlos. Quienes faltaron a la cita lo hicieron por viaje o asuntos médicos en ciernes. Nos acordamos de todos los ausentes en especial a la hora del Amigo Invisible pues algún libro quedó sin entregar y alguna asistente no recibió el suyo correspondiente. En la próxima reunión quienes quedaron sin él lo recibirán, no pasa nada.

Tras felicitarnos mutuamente el nuevo año e interesarnos por nuestro estado de salud y peripecias,  personales o familiares, de contagio posible o real, comimos con apetito el menú del día que en general a todos satisfizo. No tuvimos apenas que esperar y Carlos, el camarero que nos atendió, lo hizo con profesionalidad y diligencia. Al término de la comida y a modo de sobremesa iniciamos el comentario del libro que nos convocaba.


La Tertulia
En esta ocasión el proponente había sido yo, razón por la que fui yo quien justificó la elección del título y procedí a dar mi opinión sobre el mismo [en mi blog tengo hecha reseña de la novela]. En el curso de la misma las amigas tertulianas que escuchaban mi intervención discrepaban o apoyaban con argumentos cuanto de mi boca iba saliendo. En líneas generales el libro había gustado, si bien algunas personas hablaron de engaño al lector por parte del escritor dado el ocultamiento deliberado de la identidad real de la 'nieta', de previsibilidad del desenlace, de excesiva brevedad de la narración, etc. Dedicamos un momento a discutir sobre la oportunidad o no del título dado que en algunos blogs había quienes discrepaban del mismo. Tras acudir al original francés concluimos que la traducción era buena aunque quizás demasiado literal habida cuenta de que a lo mejor en el idioma original la expresión tenía connotaciones añadidas que nosotros desconocíamos.

También hubo quienes uniéndose al general elogio de la belleza del lenguaje empleado venían a decir que ahí se quedaba todo. Sin embargo a lo largo de la tertulia quienes así pensaban cayeron en la cuenta de que el desenlace final de la novela, con el desvelamiento de la personalidad de la 'nieta', les había pasado desapercibido; al hilar cabos la calidad y hermosura de la breve novela -casi mejor una fábula- de Philippe Claudel ganó muchos enteros en su consideración. ¡Qué bueno es hablar de libros para comprenderlos debidamente o escapar de equívocas interpretaciones!

Próxima lectura y Tertulia

Pasamos luego a entregar los libros del Amigo Invisible con el resultado ya comentado antes. Y fuimos dando por finalizada la reunión pues a las 16:00 algunos debíamos de marchar para cumplir obligaciones familiares y otros, algo más tarde, tenían -y teníamos, ahí me incluyo yo también- visita médica concertada. Pero antes  de despedirnos decidimos a propuesta esta vez de Cecilia que nuestra próxima lectura sería "El ruido de las cosas al caer" del novelista colombiano Juan Gabriel Vásquez. 


Para hablar de esta novela, ganadora del Premio Alfaguara en 2011, nos citamos el próximo día 14 de febrero a las 18:30 en el mismo lugar donde nos encontrábamos, o sea, La Tape (C/ Manuela Malasaña, esq. C/ San Bernardo). Allí nos vemos, amigas.


Nota bene
Esta vez la crónica tertuliana es breve porque la hago con un pie, que decía el clásico, en el estribo del vehículo que me conducirá a Salamanca a pasar este finde. Como no quería demorarla es por lo que me he dado 'priesa' (ja, ja, ja, ¡vivan los clásicos!). Espero que seáis condescendientes conmigo y perdonéis los fallos o yerros en que haya podido incurrir.