viernes, 20 de junio de 2025

Fin de curso: Exposición sobre Antonio Palacios, comida en Terramundi y tertulia sobre"Loxandra" de María Iordanidu,

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A pesar del mucho calor, inusual para estas fechas, el jueves 19 de junio fue un día redondo para el grupo tertuliano "Más que palabras...". Mercedes nos había convocado a las doce del mediodía a las puertas de la RAE para ver la exposición "Los Machado. Retrato de familia" comisariada por Alfonso Guerra. Con ilusión acudíamos todos a la misma cuando poco antes de la hora fijada Mercedes avisa de que precisamente los jueves es el único día de la semana que la RAE está cerrada para las visitas. ¿Qué hacer ahora? Mercedes rápidamente pergeñó una solución, visitar la exposición "Madrid metrópoli. El sueño de Antonio Palacios" que sobre este arquitecto  está abierta en el Centro Centro desde el pasado mes de abril. ¿Solución de apaño? Sí, pero muy satisfactoria. Todos los que asistimos a la misma salimos del Palacio de Cibeles más que contentos de la misma. Palacios ideó Madrid, lo transformó en gran medida y lo elevó a la categoría de metrópoli, colocando la capital a la altura de otras tantas europeas. Gracias, Mercedes, por haber ideado en un segundo esta sustitución. 

A las 13:30 horas tanto los que habíamos disfrutado con los proyectos y realizaciones de Antonio Palacios como quienes no estábamos sentados a la mesa en el Restaurante Terramundi sito en la Calle Lope de Vega, número 23. El menú del día que comimos era muy variado y cada comensal pudo elegir a voluntad un primero, un segundo y un postre que por calidad y cantidad a todos satisfizo. Otra magnífica elección que debemos a Mercedes. Tras la comida teníamos el propósito de celebrar allí mismo la tertulia sobre el libro de la Iordanidu, pero el ruido en la sala y la necesidad de dejar libre la mesa para el siguiente turno de comidas nos hizo abandonar el restaurante donde tan bien habíamos comido.

En la calle, el calor nos dio un bofetón de órdago. Hubimos de buscar un lugar próximo cómodo y bien refrigerado donde hablar con sosiego y tomar un café con hielo o alguna otra cosa que nos refrescara debidamente. Alguien propuso el hotel Vinccit Soho de la calle Prado, enfrente del Ateneo, donde ya habíamos realizado alguno que otro encuentro tertuliano. Otra elección espectacular. Se estaba de lujo en el interior y nos atendieron que daba gusto. La jornada iba más que bien. Hablar sobre la novela Loxandra era ya lo único que nos faltaba por hacer.


La tertulia
Margarita fue quien propuso esta lectura y fue por ello quien primero intervino en la tertulia. De mano ya expresó la decepción que para ella había supuesto "Loxandra". Había imaginado otra cosa. Quizás, nos dijo, en su propuesta interviniese el hecho de que apareciese en el catálogo de la Librería Aurea especializada en títulos clásicos. Precisamente esta librería había elegido este título para su Club de lectura Grecia en los libros, en este caso bajo el subtema de 'Grecia se va a Estambul'. Verdaderamente, dijo, el asunto le parecía de lo más atractivo. Pero, concluyó, la novela no me ha agradado, me ha aburrido por momentos y no ha entrado en mí o yo no he entrado para nada en ella. En fin, estas cosas pasan. 

Y ya fue un no parar de intervenciones por parte de los presentes. A la mayoría nos había desilusionado el relato de María Iordanidu por variados motivos: exceso de nombres y relaciones familiares; la figura de la protagonista pareció a muchas como excesiva y poco real: una mujer que hace dádivas a troche y miche, que recibe a quien quiera que llega a casa, que dice siempre lo que piensa sin importarle quien esté delante, que intenta influir en la vida de los miembros de su familia...; un lugar principal el que ocupa la comida (los nombres griegos o turcos de las mismas hacen difícil o al menos complican bastante la lectura); las dos líneas, mundo general histórico-político y particular de Loxandra y familia, no se entrelazan debidamente sino que resuelve el contexto histórico en un resumen rápido que a la mayoría no nos convenció si bien, reconocimos muchos, según transcurre la narración parece que esta distorsión la va corrigiendo la escritora; etc., etc.

Pero también hubo opiniones -incluso de varios cuya calificación había sido negativa- que salvaban aspectos de la novela. El primero, quizás fuera la verdad de este personaje si es que la vemos en su contexto histórico, finales del siglo XIX; luego también estaba el conocimiento que la autora transmite sobre esa Constantinopla multicultural y cosmopolita, habitada por diversas culturas, si bien viven segregadas unas de otras; quizás este descubrir un Estambul que hoy ya no existe, una ciudad donde las culturas vivían sin mezclarse pero soportándose sea de lo mejor de Loxandra. También destacamos el tono de humor que en algunas páginas se entreve: es un humor que nace de la propia narradora, la nieta Ana que está narrando desde su hoy (años 60 del siglo pasado) el mundo extinto de su abuela, el cual en la distancia ciertamente parece digno de risa cuando no hasta algo ridículo. Y es que la novela viene a mostrar el paso de un mundo viejo y acabado, el de la abuela Loxandra, al mundo nuevo y emergente, el de la joven nieta Ana que abandona Turquía, que se va a estudiar a Norteamérica a pesar de que a su abuela tal deriva le parezca de lo más estúpida e inoportuna.

Y así fue discurriendo la tarde en el refrigerado ambiente del hotel Vinccit. Quien más, quien menos, echó mano de sus recuerdos infantiles para ver verdad o falsedad en esta mujer Loxandra; prácticamente todos recordamos alguna abuela, alguna tía, alguna madre... parangonables a esta griega de Constantinopla. La evocación de ese tiempo lejano -el de nuestra niñez- es lo que a muchos nos hizo persistir en la lectura y no abandonarla como algunas compañeras hicieron. Cada lector es un mundo, cada libro nos muestra otro, y que estos dos factores se adecúen y compaginen debidamente con el momento personal de lectura es lo que da paso a la satisfacción o insatisfacción de la experiencia lectora. Ayuda mucho la calidad literaria (escritural) de la obra que se tenga entre manos, algo que en esta ocasión, desgraciadamente, no es para nada destacable. De aquí nace, seguramente, nuestra generalizada desilusión ante Loxandra

 Una desilusión que no es tal, según manifestación de algunas compañeras (Inma, Marga...)  en las novelas que prosiguen esta serie familiar escrita por María Iordanidu. Las amigas tertulianas que ya han leído alguna de las dos novelas que siguen a Loxandra (Vacaciones en el Cáucaso y Como pájaros atolondrados) comentaron que éstas sí que les han agradado y merecen ser leídas. Todos tomamos buena nota de esta recomendación por si a lo largo del verano encontramos el momento de hincar el diente a alguno de esos títulos.


Posibles y futuras lecturas
Como suele suceder en estos amigables encuentros diversos títulos de libros fueron puestos encima de la mesa por parte de quienes allí nos encontrábamos. Mari Luz habló de la novela Hasta que empiece a brillar del hispano-argentino Andrés Neuman que va sobre la vida de María Moliner; Cecilia traía tres títulos que llamaban mucho su atención, en especial el primero: El verano de Cervantes de Antonio Muñoz Molina, La muy catastrófica visita al zoo de Joël Dicker, y Palabras del Egeo de Pedro Olalla; yo, Juan Carlos, cité la novela de David Uclés, La península de las casas vacías, que da una visión novedosa y distinta sobre la guerra civil española; Guida habló de Caterina de Carlo Vecce; Marga al hilo de la tertulia tenida sobre Loxandra citó el título de Sotiríu Dido Tierras de sangre que narra el drama humano y el corte histórico que supuso la expulsión de la población griega, en 1922, del suelo turco; y seguro que hubo algún título más que, ruego me disculpéis, habré olvidado.



Nuestra próxima tertulia

De todos los títulos que aparecieron durante el curso de la conversación procedimos a elegir el de nuestro próximo encuentro. Habida cuenta de que son tres los meses que faltan hasta que en septiembre volvamos a vernos, pensamos que sería bueno elegir uno de esos libros cuyo excesivo número de páginas suele echarnos para atrás. Setecientas tiene La península de las casas vacías lo que unido a un buen número de reseñas positivas de la novela de David Uclés hizo que este título fuese el elegido por la mayoría de los presentes.

La tertulia la realizaremos el día 25 de septiembre en el lugar acostumbrado para ese mes, la terraza Montserrat de Madrid-Río. Hasta esa fecha, queridas amigas, no os deseo otra cosa que felicidad, salud y magníficas lecturas. 

jueves, 22 de mayo de 2025

LOS NOMBRES DE FELIZA, JUAN GABRIEL VÁSQUEZ. Mayo de 2025

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Queridos amigos, como el cronista oficial de nuestra tertulia ayer no pudo acompañarnos, he cogido el relevo para contar las impresiones que cada una de las asistentes manifestó sobre el libro que allí nos reunía, Los nombres de Feliza, del autor colombiano Juan Gabriel Vásquez. Desde las 7 de la tarde fuimos llegando como gotas de agua al kiosco Magadán ubicado en pleno Paseo de Rosales, que tras haber sido reformado y modernizado presenta un aspecto de lo más atractivo; gracias a Guida que se personó con antelación, pudimos disfrutar de un espacio amplio y a la sombra, en el que nos sentimos muy a gusto, a pesar del ruido reinante.

Como ya es costumbre en nuestras reuniones, el tertuliano que propone el libro es el que inicia las intervenciones, hecho que recayó en este caso, en la persona que escribe esta crónica. Empecé recordando cómo conocí al autor a través de la novela El ruido de las cosas al caer, obra que explora la violencia provocada por el narcotráfico en Colombia y las cicatrices que dejó en toda una generación. En aquel momento me deslumbró no sólo el tema, interesante y comprometido por demás, sino su prosa diáfana y equilibrada que desvelaba su maestría narrativa. Aquella sensación, les decía a mis compañeras, se ha vuelto a repetir con Los nombres de Feliza, novela que descubre la vida extraordinaria, a mi parecer, de esta mujer escultora que rompió con todo lo establecido para mantener su libertad individual, como persona y como artista.


M. Jesús y Guida mostraron su admiración ante la figura de esta mujer sin prejuicios, educada en el judaísmo, de la que destacaron su compromiso social y la valentía de romper con el núcleo familiar que la asfixiaba; pero estas valoraciones no fueron compartida por el resto de las allí presentes; Inma dijo que la había aburrido, que le había resultado algo pesado; Ana, no veía tan extraordinaria la vida de la protagonista, aduciendo que hay muchas personas como ella, vamos que no era para tanto; Marga tampoco mostró un gran entusiasmo pues le costó ubicarse por el uso continuado del flahs-back manejado por el autor desde el inicio de la novela y Mercedes consideró que en las citas y alusiones literarias, el autor, abusaba de la figura de Gabriel García Márquez, quizá con algún fin mercantilista; yo argumenté contra esta afirmación, no sólo por la gran cantidad de maravillosos literatos, pintores y escultores que pueblan la novela, a cada cual más importante, sino por la relación continua y vital que Feliza Bursztyn, mantuvo a lo largo de su vida con Gabo y su mujer, no sólo en Colombia sino en México y París, hasta el momento de su fallecimiento. También se habló y en ello estuvimos todas de acuerdo, de los vacíos que se perciben en la relación de Feliza con sus hijas y su madre, sobre todo en los momentos difíciles del accidente automovilístico que puso en peligro su vida. Del mismo modo coincidimos todas en alabar la prosa del autor y la composición de la obra, que consigue introducir datos históricos, tanto de personas como de acontecimientos, de modo natural, perfectamente integrados en el hilo argumental; comentamos así mismo la variedad de estilos, de los que destacamos la crónica, las entrevistas y los interesantes diálogos sobre arte o política; también debatimos sobre el uso de un yo narrativo pseudoautobiográfico, ya que cuenta sus vivencias en primera persona, aunque noveladas, así como de la intención metaliteraria, del autor, que llena de literatura el texto hasta convertirlo en tema explicándonos el proceso creativo de la novela. Yo abogué por hablar de intención meta-artística pues el arte y lo artístico está omnipresente en la obra, desde la protagonista, los amigos, las exposiciones, las revistas, las esculturas, a la composición interna del texto.

No sé si me dejo algo en tintero pero la maleta a medio hacer para salir mañana temprano a Galicia, no me ayuda a recordar; lo cierto es que pasamos una tarde muy amena, echando de menos a los contertulios que no pudieron acudir y disfrutando en un ambiente agradable, de la lectura y de la amistad.

En cuanto a la lectura del próximo mes de Junio, última reunión antes de las vacaciones, fue propuesta por Margarita y como fuese que era de una autora griega, desconocida para casi todas y que ella lo tenía y podía enviarlo por correo, no hubo mucha discusión y lo aceptamos unánimemente. Su título Loxandra, su autora María Lordanidou.

La fecha escogida para nuestro encuentro es el 19 de Junio y el plan del día propuesto por Mercedes, es visitar la RAE, para disfrutar de la exposición “Los Machado. Retrato de familia”, idea que nos encantó. Después de la visita, iremos al restaurante Terramundi en la C/ Lope de Vega, donde comeremos, para inmediatamente buscar algún café cercano, -Vinci o Ateneo-, y hacer la tertulia.

Disfrutad de cada momento. Nos vemos en Junio. Besos


Cecilia

viernes, 25 de abril de 2025

Abril 2025: Lewis Carroll y Lea Ypi

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 En abril hemos celebrado una de las tertulias más agradables que, en mi humilde opinión, hayamos realizado jamás. «¿Y cómo tanto?», —preguntaréis algunos— Pues simple y llanamente por la variedad que supuso, en un día primaveral de libro, ver en primer lugar la exposición Los mundos de Alicia que se celebra actualmente en Caixa Forum y luego comentar las obras del autor de Alicia en el país de las maravillas y la novela-memoria de la albanesa Lea Ypi ante unas sabrosas y bien cocinadas viandas que degustamos en el Restaurante El Segoviano.

Comenzaré por el principio. La jornada tertuliana la iniciamos siete integrantes de la misma (Ana, Mercedes, Mari Luz, Cecilia, Inma, Guida y quien realiza esta crónica, o sea Juan Carlos, yo mismo) a las 12 del mediodía visitando la citada exposición. Quienes habíamos leído o releído las dos entregas que de las aventuras de Alicia hizo Lewis CarrollAlicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, su continuación— nos sorprendimos al ver cómo la fantasía ideada por el profesor de matemáticas, fotógrafo, diácono y magnífico cuentacuentos que fue Charles Lutwidge Dodgson ha influido en el mundo desde que esas dos obras fueron publicadas. En la exposición se ve cómo la literatura, el cine, la filosofía, los movimientos artísticos, el teatro, etc. se han visto sacudidos por la enorme fuerza que emana de esta historia de fantasía ideada por el fotógrafo y profesor de matemáticas que fue Lewis Carroll. Todo queda debidamente ilustrado y justificado. En la muestra Los mundos de Alicia  se pueden ver fotografías originales realizadas por el propio escritor, ediciones primeras de los cuentos, versiones cinematográficas (desde las del cine mudo hasta las últimas actuales protagonizadas por Johnny Deep y dirigidas por Tim Burton y James Bobin pasando, naturalmente, por el mundo Disney y su conocidísima película de animación); se puede comprobar la impronta dejada por el cuento en el surrealismo (Louis Aragon, Breton, Dali...), la utilización del cuento para cuestiones tan variopintas y aparentemente tan alejadas del mismo como la publicidad, la política real, e incluso la gastronomía; y un largo etcétera que no es el caso enumerar aquí.

Los siete salimos del Caixa Forum muy satisfechos por la calidad de la exposición que habíamos contemplado. Se acercaba ya la hora a la que habíamos quedado en el Restaurante con el resto de contertulios y el calor apretaba. Fue por eso que decidimos tomar un bus que nos acercase más cómodamente hasta El segoviano. Y a eso de las 14:00 nos encontramos sentados en la mesa que nos tenían reservada en el local. Quienes no habían podido acercarse al Caixa Forum (Mamen, Margarita y Teresa) fueron llegando al restaurante donde comimos con gran satisfacción por parte de todos si bien, como hemos comprobado ya tantísimas veces, la sonoridad del local y la larga mesa rectangular en la que nos ubicaron no favoreció para nada el adecuado intercambio de opiniones sobre las obras leídas. Siendo sincero, salvo unos breves instantes en que quien hablaba pudo hacerse oír adecuadamente por todo el grupo, lo que sucedió fue que la tertulia quedó escindida en dos subgrupos, de cinco miembros cada uno, que debatió cada uno por su parte especialmente sobre Libre de la albanesa Lea Ypi.

Fue este libro de Lea Ypi el que se llevó la parte del león de la tertulia en el restaurante dado que el de Lewis Carroll lo habíamos más que degustado durante las casi dos horas que estuvimos dentro de la exposición. Destacar, para cerrar el capítulo referido a Alicia en el país de las maravillas, que quienes así lo quisimos pudimos leer allí mismo el interesantísimo artículo publicado el pasado 22 de este mes en el diario El Pais con el título 'La Alicia del país de las maravillas era una auténtica filósofa' que firmaba Bernat Castany Prado. Muchas gracias, Ana, por traerlo a la tertulia.

Respecto a Libre hay que decir que la unanimidad sobre la satisfacción que había supuesto su lectura sólo se vio un poquito menoscabada por quien escribe esta crónica. A mí —luego alguna tertuliana también lo corroboró— el libro se me había hecho algo pesado entre otras cosas porque no me había descubierto nada en el aspecto documental y poco en el literario. Eso sí, y aquí me uní decididamente al grupo de mis compañeras, me pareció interesante la inocencia que muestra la niña-narradora que vive 'engañada' por su familia durante el período socialista, el enfado de ella cuando lo descubre, su posicionamiento decidido respecto a su amiga Elona a la que busca sin descanso y su tremendo desencanto cuando descubre el trabajo que realiza en Italia a donde marchó con el chico que le gustaba... De entre los personajes, además de la autora-narradora, destacamos a la abuela Nini sostenedora auténtica de la identidad familiar, arrebatada por el gobierno socialista y anteriormente en Tesalónica a su padre confiscadas muchas de sus propiedades; ella será la que luchará sin descanso para recuperar lo que les pertenecía y era constitutivo de su razón de ser familiar. La personalidad y actuación de la madre de Lea nos pareció algo sorprendente y la del padre, más creíble, pero no por ello menos sorprendente. 

Entre los valores más destacables del libro varias tertulianas citaron un cierto -aunque escaso ciertamente- humor que en ocasiones aparece en él. Pero sin lugar a dudas lo que más destacamos la mayoría fue la equidistancia mental y puramente racional que Lea Ypi, al igual que hiciera a lo largo de la vida su padre, tiene respecto a aspectos salvables de uno y otro sistemas políticos. Nada es malo absolutamente, al igual que nada es bueno siempre totalmente. Al respecto a Lea le llama mucho la atención cuando estudia en Italia escuchar decir a sus compañeros de estudios que el socialismo que ella vivió en Albania no era verdadero socialismo:

Muchos de mis amigos se declaraban socialistas: es decir, socialistas occidentales. Hablaban de Rosa Luxemburgo, León Trotski, Salvador Allende o Ernesto «Che» Guevara como si fuesen santos laicos. [...] Sus rostros se exhibían en pósteres, camisetas y tazas igual que lo hacían las fotos de Enver Hoxha en el salón de las casas albanesas cuando yo era niña. [...] Que me apropiara de la etiqueta socialista para describir mis experiencias y, al mismo tiempo, asimilarlas a su compromiso político era algo que a veces les parecía una provocación sospechosa a mis amigos universitarios. Solíamos ir a un gran concierto al aire libre en Roma que se celebraba todos los Primeros de Mayo y yo no podía evitar que aquello me recordase a los desfiles del Día de los Trabajadores de mi niñez. «Lo que vosotros teníais no era un verdadero socialismo», me decían casi sin poder disimular su irritación.

Finalizamos la tertulia, al menos en el subgrupo de cinco al que yo asumí pertenecer, con varias citas textuales como la anterior que revelaban con claridad aspectos de interés contenidos en Libre de Lea Ypi.

Nuestra próxima tertulia
Al filo de las cuatro de la tarde procedimos a buscar fecha y lectura para nuestra tertulia de mayo. Se barajaron varios autores: Teresa dijo que por qué no leer algo de Vázquez Montalbán; Cecilia propuso  homenajear a Martín Gaite leyendo algo suyo; yo cité a la japonesa Hiromi Kawakami, y aunque en ese momento no recordaba el título de la novela para leer, ahora sí que lo puedo decir: El cielo es azul, la tierra blanca; nombres de otros autores asiáticos se pusieron sobre la mesa y seguramente las compañeras del otro extremo de la mesa citarían nombres de escritores, que yo ahora mismo no puedo reproducir por no haberlos podido escuchar... Pero sea como fuera el caso es que en un momento dado nos decantamos por la última novela de Juan Gabriel Vásquez titulada Los nombres de Feliza. Ya Cecilia había lanzado la propuesta de leer esta novela en la tertulia anterior y ahora de nuevo el título fue puesto por su valor al tablero coronándose con éxito y siendo elegida por unanimidad de todos los asistentes. 

Quedamos en reunirnos el miércoles 21 de mayo en la terraza Magadán del Pº de Rosales esquina Marqués de Urquijo. La hora, la de las siete de la tarde, 19:00 horas.

Hasta entonces, salud y buenas lecturas, amigas

 




lunes, 31 de marzo de 2025

Erri di Luca fue el autor de la tertulia de marzo de 2025

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 Esta vez, en "La Zamorana", nos reunimos siete miembros de "más que palabras...". Nos convocaba Aquí no, ahora no, la primera novela publicada por Erri di Luca. A los tertulianos asistentes (Guida, Mamen, Mari Luz, Mercedes, Ana, Inma y yo mismo) la breve novela nos había gustado mucho. Guida, que fue quien propuso su lectura, comentó su sorpresa por que el autor no fuese muy conocido en nuestro país y, entre otras muchas cosas interesantes que apuntó, señaló alguna característica biográfica del autor y de su familia. Aunque la novela tiene innegable poso autobiográfico los asistentes comentamos que la escritura admite la ficcionalización de la realidad y que no todo se ha de entender como traslación cierta de lo acontecido. Así, por ejemplo, la anécdota del Andrea Doria y el ansiado viaje del protagonista a América nace sin duda de la estancia cierta del padre allá, pero no de que necesariamente viajase en dicho barco, aunque es fácil que así fuera.

Muchas cosas se dijeron sobre esta novela en la reunión. Destacamos su innegable poeticidad, el tono poético que impregna la prosa del autor con palabras e imágenes sugerentes, atrevidas, innovadoras... Se habló de que era una obra que propiciaba la reflexión, que hacía pensar, que provocaba la relectura de muchas de sus páginas, pues Aquí no, ahora no es densa en contenido y contiene mensajes profundos. El niño solitario, tartamudo, que vivió sus primeros años en la pobreza del barrio donde al acabar la guerra sus padres se instalaron, y que luego saltó de estatus social del que había vivido hasta entonces hasta el propio de la burguesía a la que su familia pertenecía... Todo esto, ¡y mucho más!, lo cuenta Erri di Luca en este libro para mostrar como sus primeros años de vida influyeron decisivamente en el nacimiento de su gusto por la escritura.  

Entre otras cosas comentamos también ciertas carencias encontradas en la traducción. No quisimos decir que estuviese mal traducida, fuese caótica o cosa parecida, sino que echábamos en falta alguna aclaración a pie de página sobre alguna palabra o expresión elegida. En la reseña que de la novela tengo hecha en mi blog también digo algo al respecto (para leerla, pinchar aquí).

En resumen nuestro encuentro del mes de marzo fue una tertulia agradabilísima, que transcurrió en sosegada y constructiva conversación entre todos. Echamos en falta a las ausentes y todos coincidimos en que para próximas reuniones no estaría de más, siempre que fuese posible, avisar de la ausencia con la debida antelación. 

Como suele ocurrirnos, la conversación derivó de manera natural hacia otras cuestiones, en especial hacia las lecturas que unas y otros habían realizado o nos gustaría realizar y que bien podrían ser objeto de tertulia. Que yo tomase nota se habló de Orbital de Samantha Harvey, de Libre de Lea Ypi y de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. El último título lo puso sobre la mesa Mercedes que habló de la exposición "Los mundos de Alicia. Soñar el país de las maravillas" que Caixa Forum inaugurará el próximo 4 de abril. 

Tras intercambiar opiniones decidimos leer para la  tertulia del mes de abril la obra de Lewis Carroll y la novela "Libre" de Lea Ypi . Pensamos que lo mejor sería hacerlo tras una visita conjunta a la exposición de Caixa Fórum. Elegimos como día el jueves 24 de abril, a las 12 de la mañana. A esa hora visitaríamos la exposición e iríamos comentando sobre la obra escrita por Carroll. Finalizada la visita nos iríamos a comer por la zona y durante la comida o tras la misma hablaríamos de la novela de Lea Ypi. Esta novela es breve, por lo que aunque sean dos libros no nos resultará excesiva labor de lectura. Para comer se citaron varios restaurantes: "La sanabresa", "La finca de Susana" y otros. 






viernes, 28 de febrero de 2025

Febrero de 2025. Hablamos sobre una novela de Abraham B. Yehoshua

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Retornamos a La Zamorana cual navegantes a puerto seguro. Cierto es que, por seguir con la imagen, cualquier navegación es incierta; así ocurrió con la tertulia de febrero pues, cuando pensábamos tenerla atada y bien atada en el local de la calle Galileo, resultó que los empleados que en la tarde de ayer estaban allí trabajando confesaron no tener noticia de nuestra reserva, y eso que la hicimos por teléfono y la ratificó Guida personalmente en el mismísimo café-restaurante. Pero aclarado el entuerto el chico del local, muy diligente, nos cedió el espacio que tanto nos agrada, nos sirvió con cierta celeridad y esta vez se esmeró en las tapas que acompañaron a los brebajes individuales y al vino blanco comunitario. Nuestras compañeras Cecilia y Mari Luz gentilmente nos invitaron por estar sus cumpleaños cercanos a ayer jueves 27 de febrero.

"Una mujer en Jerusalén" de Abraham B. Yehoshua
Echamos en falta a Margarita, que fue quien propuso la lectura de esta novela. Como bien era cierto que yo la secundé con alborozo, fui yo el encargado de abrir la ronda de intervenciones. Dije que la había leído a raíz de los muchos elogios que mi amiga Rosa Berros Canuria del blog Cuéntame una historia había vertido sobre la misma. En efecto la leí y quedé muy satisfecho de ella. Me gustó la manera como presentaba el contexto socio-político del país, el no poco humor que había en la narración, la manera que tenía de presentar la trama: en tres actos cual si de una obra teatral se tratara (comenté que había película sobre la novela). Y ya a partir de aquí las intervenciones fueron sucediéndose en un ordenado desorden gracias a la buena gestión que de la concesión del turno de palabra hizo María Jesús (¡Quién tuvo, retuvo!), moderadora excelente de la tertulia.

Hubo varias tertulianas a las que la novela no agradó. Les pareció una historia plana, que no avanzaba, un poco como una anécdota estirada como si fuera un chicle, incluso hasta poco creíble. Concretamente se citaron otros títulos, especialmente "Viaje al fin del mundo", de este escritor judío que a juicio de quienes los habían leído les habían resultado mucho más satisfactorios. Una pega que se puso al libro que habíamos leído era la del título: ¿Por qué lo habían titulado "Una mujer en Jerusalén" si la tal señora no intervenía dada su condición de meros restos mortales? Los que sí defendíamos la obra adujimos la manía española del doblaje que tanto mal nos hace y nos sigue haciendo. Y es que en origen el título era el de "La misión del director de Recursos Humanos". «¡Ah, coño, eso sí tiene sentido», se dijeron no pocas tertulianas. Bueno, sí, pero no me diréis, dijeron algunas, que la historia no es un poco esperpéntica, ¿verdad? Porque eso del enamoramiento platónico y el viaje con el ataúd... 

Quienes defendíamos la bondad de la novela llegamos a relacionar dicho viaje nada menos que con el "Mientras agonizo" de Faulkner (¡quizá nos pasásemos un pelín, ja, ja!). Enfatizamos la parte humorística del mismo; al respecto fijamos la vista en varios de los personajes (el marido de la cónsul, los policías de la aduana, los entretenimientos de los soldados y la cicerone del búnker, las secretarias cuidadoras de niños, la madre del director de RRHH, etc.). Señalamos como interesante ese cambio de tipografía y de persona narrativa, concretamente a la primera persona del plural, en la segunda parte de la novela  titulada La misión. Hubo quien muy atinadamente relacionó esa voz narrativa con el coro de las tragedias griegas. También se adujo como meritorio en la novela que toda la primera parte sucede en sólo un día. Ahora mismo, según escribo estas líneas, recuerdo que en la reseña que hace cinco meses hice en mi blog sobre la novela alguien me comentó que la peripecia del director ese día le recordaba la película ¡Jó, qué noche!, pues en ambos casos a los protagonistas sin proponérselo ellos se les van acumulando los problemas y las sorpresas cuando todo parecía tan sencillo. 

En lo que sí creo que coincidimos casi todos fue en la manera que Yehoshúa tiene de mostrar de manera sencilla y sin aspavientos la tragedia y crudeza que se vive en esa zona del mundo. Tragedia cruda y dolorosa que ahora más que nunca se sigue viviendo en Israel y los países limítrofes. ¡Ah!, también creo que vinimos casi a interpretar de manera coincidente que el país de donde era el único personaje que posee nombre -precisamente la fallecida- sería Armenia [quizás Ucrania, dijimos algunos, pero fuimos acallados con razones que nos parecieron sólidas]. Pero desde luego en lo que si hubo disparidad de opiniones y cierto debate fue a propósito de la innominación de todos los personajes excepción hecha de la que desde la primera página no es más que un cadáver. Muy interesante le pareció a este cronista esta parte de la tertulia.

Y nada más. Recomendaciones varias sobre lecturas, series televisivas, películas... En fin, todo lo que nos tiene tan atareados desde que nos jubilamos allá por el año (¡Uf, ya casi ni me acuerdo!). Que yo haya retenido se habló de: La extraña soy yo (Julia Franck), Tu nombre no es tu nombre (Federico Bianchini), Volver la vista atrás (Juan Gabriel Vásquez), Libre (Lea Ypi), Aquí no, ahora no (Erri di Luca), Abel (Alessandro Baricco), De bestias y aves (Pilar Adón)...  


La próxima tertulia

De todo lo que se fue poniendo sobre la mesa se eligió como libro para nuestro próximo encuentro el de Erri di Luca: "Aquí no, ahora no". En cuanto al día y lugar para comentar este título decidimos que en La Zamorana de la calle Galileo a las 18:30 de la tarde se está muy bien. O sea que acordamos vernos donde estábamos en un mes, exactamente el 27 de marzo de 2025.


¡¡Buenas lecturas para todas, amigas!!

domingo, 19 de enero de 2025

Enero de 2025: Comida de Año Nuevo y Tertulia

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Como ya es tradición entre nosotros celebramos la llegada del Año Nuevo, ¡ya el 2025!, reuniéndonos todos los integrantes de 'más que palabras...' en una comida celebrada en La Zamorana, restaurante de la calle Galileo, lugar en el que ya hemos hecho más de una tertulia y que, de todos los espacios visitados y utilizados para este quehacer, es de los que más nos agradan.

Nos convocaba, como digo, saludarnos en este nuevo 2025, interesarnos por cómo habíamos pasado las fiestas navideñas, comunicarnos las lecturas realizadas y los espectáculos culturales vistos..., en fin relacionarnos en la sana y sincera amistad que desde hace ya infinidad de años mantenemos. También, claro, el comentario de la novela El quinteto de Nagasaki de Aki Shimazaki era una de las labores que mantendríamos antes, durante y después del ágape. 

Sobre la novela en cuestión, en esta crónica de la reunión mantenida, poco o casi nada voy a decir habida cuenta de que en esta ocasión todos los que estamos en la nómina (lo de estar en nómina es un decir, claro) tertuliana asistimos y participamos con gusto en el fluido intercambio de opiniones sobre el libro de la autora japonesa radicada en Canadá. A todos nos había agradado mucho la novela. A todos nos había sorprendido la belleza con que la autora presenta las cinco historias que entrelazadas entre sí constituyen la pentalogía que es El quinteto de Nagasaki. Y nos había gustado por todo: por el contenido (esas relaciones amorosas entre los personajes, esos condicionantes socioculturales, el machismo, la guerra, la orfandad, el abuso de poder, la naturaleza, los simbolismos contenidos en flora y fauna, la identidad japonesa...) y naturalmente por la forma de presentarlo (como si de un puzle se tratara, utilizando el perspectivismo, en primera persona fundamentalmente, con oraciones breves y casi sin nexos, con un lenguaje metafórico lindante con la poesía en infinidad de momentos...). Allí, sobre la mesa de La Zamorana sobrevolaron golondrinas (tsubame) y luciérnagas (hotaru), y la mayoría de los asistentes casi creímos percibir la fragancia de las camelias (tsubaki) y de las nomeolvides (wasurenagusa). Nada más cabe decir de la tertulia sobre esta estupenda novela; tan sólo recordar que en los blogs "El blog de Juan Carlos" y "Vive el Quijote" de Juan Carlos y Cecilia, respectivamente, estos dos compañeros han publicado reseña personal sobre El quinteto de Nagasaki


En cuanto a la comida en sí, habría que destacar la satisfacción con que todos los comensales salimos del restaurante. Nos pareció perfecto por todo: la relación calidad-precio, la atención, la sala... Añadir tan sólo que el vino del menú se vio debidamente mejorado por uno denominación de origen Toro de nombre 24 mozas con el que Margarita y Juan Carlos, cumpleañeros recientes, obsequiaron a quien así quiso aceptarlo. 


Próxima lectura
Tras la animada y enriquecedora tertulia los títulos de libros susceptibles de ser comentados en el próximo o próximos encuentros tertulianos comenzaron a ser puestos sobre el tapete. Ana citó "El doble esplendor", relato autobiográfico de la republicana española exiliada en USA Constancia de la Mora; Cecilia propuso leer "Abel" de Alessandro Baricco; Mari Luz comentó que había una novela reciente titulada "Bar Urgel" de un tal Pablo Gallego Boutou que había recibido numerosos premios y que quizás fuese una buena propuesta para la tertulia; Guida habló con emoción de la sorpresa y satisfacción que para ella estaba suponiendo la lectura de "La forja de un rebelde" de Arturo Barea, lo que muchos de los que la conocíamos y ya habíamos leído corroboramos plenamente; por último, Margarita dijo que por qué no leíamos "Una mujer en Jerusalén" de Abraham B. Yehoshúa, propuesta que Juan Carlos, escribano de esta crónica, apoyó por haberla leído él hacía poco más de tres meses. 

Como siempre que hay varias propuestas lectoras, tras eliminar alguna por su longitud o por su difícil localización en bibliotecas, procedimos a elegir el título. Lo hicimos por votación entre la novela de Baricco y la de Yehoshúa; el resultado fue de 5 votos para "Una mujer en Jerusalén" de Abraham B.  Yehoshúa y 4 para "Abel" de Alessandro Baricco. Así pues la elección recayó en la novela del israelita Abraham B. Yehoshúa aparecida el año 2004.

La próxima tertulia
Elegido el libro sólo restaba decidir el lugar y el día de la reunión. Elegimos por unanimidad repetir con La Zamorana donde en ese momento nos encontrábamos. En cuanto a la fecha, a todos nos venía bien hacerlo el jueves 27 de febrero a la hora últimamente acostumbrada, o sea, a las 18:30.

Y esto es todo, amigas. Hasta ese día os deseo salud, felicidad y buenas lecturas.