Este cronista llevaba tiempo deseando comentar en el grupo tertuliano "El tiempo es un canalla", novela de Jennifer Egan que mereció ser premiada con el Pulitzer en 2011, el año de su publicación. Quizá por esto, llevado de mi entusiasmo, el pasado jueves 25 de febrero me extralimitase en mi intervención que a algunas amigas les pareció que se dilataba ya en exceso. Es verdad que cuando algo entusiasma no siente uno el paso de los minutos y quisiera seguir hablando de ello por los siglos de los siglos (ja, ja...). A todos nos ha ocurrido tal cosa y todos hemos tenido que ser reconvenidos en algún momento, A mí me sucedió el jueves pasado.
Lo que también ocurrió ese día es que -hablo por mí solamente- la conexión telemática a través de una tableta utilizando como router el móvil resultó ser de escasa calidad, lo que producía dilaciones en la transmisión de la imagen y su debida coordinación con el sonido; un sonido que se entrecortaba, se iba y se venía. En fin, un pequeño caos que evidentemente no hacía apetecible oír las alabanzas que la novela en mi opinión y en la de muchas otras tertulianas bien se merece.
Por lo anterior bien comprenderéis que esta ´crónica se me hace difícil pues aparte de mis problemas de hacerme oír estaban los que tuve respecto a escucharos debidamente. ¿Quoi faire? Pues en lo que a mí respecta sólo me queda, si es que queréis conocer mi positiva y laudatoria opinión sobre esta novela, recomendaros la lectura de la reseña que en el mes de octubre del año pasado publiqué en mi blog [si hacéis clic en la frase resaltada anterior accederéis a la misma]. Ahí expongo una serie de ideas sobre esta novela que, insisto, a mí me parece buena e interesante.
Por lo que pude malamente escuchar de vuestras intervenciones parece que la novela a muchas se os presentó en principio algo tediosa principalmente por el contexto musical en que se desarrollaba la historia, pero según ibais avanzando en su lectura se os fue haciendo más y más interesante. Todos insistimos en tener la sensación de que la novela parecía estar construida a base de relatos cortos independientes que podrían leerse como tales, aislados de la misma, pero al aparecer en ellos personajes relacionados entre sí, si bien en distintos momentos e incluso espacios geográficos diferentes, iban conformando una creación cuando menos de una gran originalidad.
Quienes gustaron de la narración destacamos especialmente la manera de estar construida la novela con ese juego de narradores diversos, esos cambios de espacio y tiempo, esa rapidez en el ritmo de construcción, la multiplicidad de relatos y la variabilidad de registros usados para construirlos llegando incluso a narrar a base de diapositivas de power point. Increíble.
Sobre los asuntos planteados se erige de manera principal sobre todos ellos el que ya va explicitado en el título, el machaque que supone el paso del tiempo para los seres humanos. Pero no es el único, muchos asuntos más, y de toda índole, surcan las páginas de esta novela. Yo destacaría por encima de todos, la función del arte en la vida, la búsqueda de la belleza en la vida para regocijarse con ella, el rock y su devenir según cumplen años esos ejecutantes que un día fueron jóvenes, la nostalgia del pasado (sentimiento inútil pues el tiempo nunca se detiene y el pasado jamás volverá), el sexo, los hijos, etc., etc.
Poco más puedo decir de lo que en la tertulia unas u otras comunicarais pues en un momento dado mi tableta entró en barrena: la imagen se me congelaba, el sonido se dilataba e independizaba de las imágenes, no hacía más que escuchar acoplamientos estridentes... Estas cuestiones telemáticas unidas a obligaciones personales me hicieron abandonar la tertulia antes de que ésta finalizara con lo que, seguro, me perdería intervenciones sabrosas que habréis intercambiado entre vosotras y que desgraciadamente no pude escuchar.
La próxima tertulia
Aunque como digo no asistí a la última parte del encuentro dejo por escrito el título de la novela elegida para nuestra próxima tertulia gracias a que a través de wasap me lo habéis comunicado. Leeremos "La ridícula idea de no volver a verte" de Rosa Montero. También a través del chat grupal conocí el día que elegisteis para reunirnos virtualmente: el 23 de marzo a las 18:00 horas. Gracias Cecilia y Mercedes por la información.
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