La tertulia
Rápidamente, para evitar olvidos y demoras indebidas, tomo la pluma -quiero decir, me pongo al teclado- y doy noticia de la agradable tertulia que ayer mismo realizamos en el quiosco Montserrat de Madrid Río ocho asistentes a la misma: Guida, Mercedes, Ana, Inma, Mary Luz, Teresa, Margarita y Juan Carlos.
Iniciamos el encuentro consternados por el contenido del wasap que pocos minutos antes había enviado al grupo Carmen Sánchez. Desde aquí, de nuevo, en mi nombre y en el de todas las compañeras, sentimos en el alma lo acaecido a tu hermana. Un beso fuerte, amiga. Te esperamos en la próxima reunión.
Tras los saludos de rigor y los relatos de lo más sobresaliente que nos había ocurrido a unos y otros durante el caluroso verano, felizmente ya pasado, procedimos a comentar la novela de la belga Lize Spit. Comenzó Ana, que fue quien la propuso, diciendo que el título lo conoció por Babelia o algún otro suplemento literario con los que se pone al día de novedades editoriales. En esa publicación se resaltaba la historia relatada, se ponía en valor la joven edad de la escritora cuando la creó, y por último se venía a alabar la maestría con que estaba escrita esta primera novela.
Tras esta somera introducción el diálogo entre quienes en la terraza del Manzanares estábamos fluyó con tranquilidad y sin atropellos. Se habló de adolescencia, de amistad infantil, de abandono o escasa preocupación de algunos padres por sus hijos, de TOC (trastorno obsesivo compulsivo), de alcoholismo, de descubrimiento de la sexualidad, de sexo mal entendido por culpa de la pornografía, de frialdad tremenda de los tres niños protagonistas, de brutalidad en entornos pequeños como la localidad belga donde sucede la historia... Y de otras muchas cosas más que la lectura de El deshielo despertó en nosotros.
Sobre la forma literaria de la obra se alabó por parte de algunas el estilo de la escritora consistente en un predominio de frases cortas, yuxtapuestas, a veces sin aparente relación entre ellas pero que al estar así presentadas logran transmitir la frialdad, la falta de empatía, incluso la crueldad que esos tres adolescentes desarrollan entre ellos y con las compañeras de clase que, en general, aceptan sin gran oposición cuantas vejaciones o abusos se les ocurren a los denominados por ellos mismos "los tres mosqueteros". Tambien, naturalmente, destacamos la estructura utilizada de tres momentos temporales que la novelista utiliza para presentar, de manera alterna y siempre linealmente en cada una de ellas [en la reseña que escribiré en mi blog diré algo más sobre este aspecto], la historia.
Y así discurrió la tertulia, hablando de literatura al tiempo que degustábamos unos pinchos de tortilla y unas aceitunas regadas con un buen vino blanco a los que Ana y Mercedes (cumpleañera, la primera, y celebradora, la segunda, de su onomástica) gentilmente nos invitaron. Muchísimas gracias, amigas, que cumpláis y celebréis muchísimos años más.
La conversación fue derivando casi sin darnos cuenta hacia el terreno de las satisfactorias lecturas realizadas últimamente por los contertulios. Muchos títulos salieron a relucir, entre ellos los siguientes: "Final de novela en Patagonia" y "Santo oficio de la memoria" de Mempo Giardinelli; "El viento que arrasa" de Selva Almada; "La deseada" de Marysé Condé; "Tokio, estación de Ueno" de Yu Miri; el último premio Tusquets de novela ganado hace nada por Cristina Araujo, amiga de Mercedes, con su obra titulada "Mira a esa chica"; "Dª Flor y sus dos maridos" y "Tocaia Grande" del brasileño Jorge Amado; "La anomalía" de Hervé Le Tellier; y otros muchos títulos más. Desde luego, no nos podemos quejar: nos pusimos al día en recomendaciones.
La próxima tertulia
Entre los títulos de libros se citó también, con gran alabanza, la novela de Fernando Marías Arde este libro. Varios ya la hemos leído, pero consideramos que era un buen título para ser releído y llenar toda una tarde de tertulia literaria, así que ésta ha sido la obra elegida para la reunión que haremos el próximo día 25 de octubre, martes. El lugar elegido, el hotel Ibis de la calle Manuela Malasaña; la hora, la habitual, o sea, las 19:00. Allí nos vemos, amigas.
Great blog
ResponderEliminarPlease read my post
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