martes, 29 de septiembre de 2020

La tertulia sobee "Jude el oscuro" de Thomas Hardy

 

Tras un verano socialmente calamitoso en casi todo por culpa de la pandemia que desde hace más de medio año asola España, la Tertulia "más que palabras..." volvió a donde solía, o sea, a sus reuniones periódicas. Por tradición nuestros cursos lectores los iniciamos el 24 de septiembre por celebrarse ese día la Fiesta de la Merced, onomástica de quienes se llaman 'Mercedes' como nuestra tertuliana. Pero este año un enemigo invisible de nombre COVID o Coronavirus nos ha obligado a recluirmos en casa y a hacer el encuentro de manera virtual a través de Skype, aplicación que manejamos ya con una soltura envidiable.

Nos conectamos a las 6 de la tarde 8 miembros de la Tertulia. Algo más tarde se incorporó Inma quien aunque nos oía perfectamente no logró hacerse escuchar por ninguno de nosotros de manera que, como quien dice, asistió en calidad de 'oyente'. Con interés, pues, y tras los saludos pertinentes y deseos de buena salud por parte de todos, dimos inicio a la primera tertulia de la temporada 2020-2021.

En esta ocasión me correspondió a mí tomar la palabra en primer lugar por haber sido yo quien propuso esta lectura. Comenté que desde hacía años -muchos años, verdaderamente- tenía este título del inglés Thomas Hardy entre los libros que deseaba leer por haber escuchado muy buenas opiniones de boca de comentaristas literarios que me merecen mucha confianza, pero por unas cosas u otras había ido posponiendo ponerme con ella; por ello y por ser considerado como un clásico es por lo que realicé la propuesta.

Tras decir que en líneas generales la novela fue de mi agrado, también hice hincapié en la cierta pesadez que algunas partes de esta larga narración -casi 600 páginas- representó para mí, en especial aquellos fragmentos en que los personajes se enfrascaban en disquisiciones de índole teológico-filosóficas de las que yo, y pienso que la contemporaneidad, nos encontramos algo alejados. Sin embargo sí que puse en valor la valentía y anticipación respecto a su época con que plantea el asunto de la unión hombre - mujer de manera legal y de manera natural. Este asunto es muy interesante aunque los tiras y aflojas que en la relación mantienen Jude y Sue, los protagonistas, me pareció reiterativa por demás en varios momentos de la narración. Al respecto, dije que creía que a la novela le sobraban fácilmente unos cientos de páginas. También cité el escándalo que el relato había provocado entre los lectores del momento por poner en cuestión las bases sociales al cuestionar la institución matrimonial y postular una mujer independiente realizada a través del trabajo personal y no sólo a través de su papel en el interior del hogar con un esposo y unos hijos a los que atender... Y sin más pasé la palabra a mis compañeras tertulianas para que entre todos fuéramos comentando la novela [en mi blog expongo mucho más por extenso mis impresiones sobre "Jude el oscuro"].

Se inició así el intercambio de opiniones entre todos. De manera relajada y animada fue saliendo a la palestra lo que a cada uno le había suscitado la lectura. En general una impresión mayoritaria había sido la de la inmensa dureza de la historia relatada. Muchas compañeras manifestaron que en algunos momentos la lectura les había hecho pasar un mal rato. Otra impresión bastante compartida fue la de ser una lectura profunda e instructiva pero en ocasiones también algo tediosa; quizás el gran número de años transcurridos desde su escritura hace que a la luz de hoy varios de sus asuntos suenen como algo antiguos. Sin embargo también se señaló la enorme actualidad de otros como considerar a la mujer -desgraciadamente aún muy presente- inferior al hombre, y cuando como en el caso de Sue es evidente que no es así tildarla de enferma, neurótica, histérica, loca, u otras lindezas parecidas. En este punto sí que hubo intervenciones variadas sobre los distintos tipos de mujer que en la novela aparecen: Arabella, el contrapunto de Sue, es presentada como -en palabras de una tertuliana- 'un putón verbenero'; Sue, por el contrario, es reacia al encuentro físico con el hombre y se refugia en su intelectualidad e igualdad natural hombre-mujer al inicio, para luego evolucionar a una espiritualidad quizás sorprendente, aunque bien mirado no lo sea tanto dado el palo tremendo que lo ocurrido a sus hijos produce en ella. Hubo unanimidad en considerar a la viuda Edlin como el personaje femenino más equilibrado. De los hombres también comentamos lo suyo, naturalmente.

Y así fueron saliendo temas diversos: la culpa y el pecado, los anglicanos y los católicos, el trabajo manual versus el trabajo intelectual, los convencionalismos, la amistad hombre-mujer, la sociedad clasista, etc. Un asunto sobre el que nos detuvimos fue el de aquellos niños que se sienten no queridos y que, por ello, se convierten en viejos prematuros. Aquí el autor da el nombre de 'Viejecito tiempo' a ese hijo de Jude y Arabella que nadie quería y que será factor determinante en el desencadenamiento de la tragedia que sucederá.

Naturalmente también hablamos de la manera como la historia se presenta. Quizás fue Cecilia quien más hincapié hizo en ella señalando que la novela era casi una obra teatral, una tragedia, que conducía a una catarsis final. [Cecilia habla mucho más por extenso de esto y otros aspectos en el comentario que sobre "Jude el oscuro" tiene hecho en su blog

Hablamos de la estructura, del narrador, y de la gran cantidad de literatura que la novela contiene en sí misma, bien creándola o bien introduciéndola en su interior. A este respecto señalamos el inmenso número de nombres de escritores y pensadores que Hardy cita, y resaltamos que algunas situaciones vividas por los personajes que Hardy presenta son análogas a otras existentes en grandes textos de la historia de la Literatura universal (la Biblia, Shakespeare, El Quijote, Shelley, etc.). También hubo quienes vinimos a concluir que "Jude el oscuro" era una auténtica novela de tesis que nos había hecho recordar -cada una a su manera, claro-, 'Dª Perfecta' de Benito Pérez Galdós y a otras como "El árbol de la ciencia" de Baroja o "La voluntad" de Azorín; estas últimas especialmente por el enorme pesimismo que también contienen al insistir igualmente en la imposibilidad de vencer las imposiciones del mundo por mucha voluntad que se ponga en ello.

Y así fue transcurriendo y transcurrió una animada e interesante tertulia sobre una novela que en líneas generales había gustado aunque a veces hubiese resultado dura, algo pesada y repetitiva, quizás, dijo alguien con acierto, por su carácter folletinesco y de novela por entregas que fue como apareció publicada en su momento.


La próxima Tertulia 

Tras casi dos horas de charla pasamos a la elección de lectura para octubre. Como ya habíamos casi establecido en la reunión anterior decidimos leer "La Romana" de Alberto Moravia, otro gran clásico contemporáneo al que muchos teníamos ganas desde hacía tiempo. 

Dadas las inmisericordes circunstancias pandémicas en que estamos inmersos vimos que los encuentros presenciales están aún lejos de poderse realizar con seguridad, así que de nuevo nos veremos telemáticamente. Tras barajar varias fechas la que quedó como definitiva fue la del día 29 de octubre a las 18:00 horas.

Y despedimos el encuentro felicitando a nuestra contertulia Mercedes por su santo y brindando con ella con esa copa de vino Ribera de Duero 'Altos de Tamarón' que Cecilia levantó en nombre de todos. Lástima que aún no haya llegado el día en que podamos pasarnos a través de la pantalla objetos, líquidos y saludos corporales. Pero con la intención basta: 

¡¡¡MUCHAS FELICIDADES, MERCEDES!!!








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