18:30 de la tarde. Excepto Inma que avisó de su inasistencia, todos -Mª Luz se incorporó algo más tarde- estábamos al pie del ratón dispuestos para comentar la última novela de Sara Mesa.
Muchas otras cosas comentó con acierto Guida. Lo importante fue que a partir de ella, como si del corte de una cinta inaugural se tratase, el resto de tertulianos fuimos entrando en la conversación desgranando opiniones y realizando aportaciones muy interesantes. Como es lógico y normal las hubo para todos los gustos, aunque si en algo, pienso, todos coincidimos fue que en el aspecto formal Sara Mesa era una artista consumada: lenguaje cargado de intención poética que bebe, perfectamente asimilado, en la tradición española (Juan Ramón aletea en algunos momentos en la novela, dijo alguien); pero también la literatura en prosa, ciertamente muy poética, respira en el fondo de esta narración ubicada en un pueblo de nombre simbólico -La Escapa- que a alguna tertuliana, y en mi humilde consideración, con acierto, le recordó mucho mucho al Obabakoak de Bernardo Atxaga.
Respecto de las influencias literarias que cabe ver en "Un amor" tanto formales como de fondo muchos hicimos alusión a la autora francesa Annie Ernaux cuya novela "Pura pasión" leímos hace varios meses y que, creo recordar, generó también un apasionado debate entre nosotros. En la reseña que tengo hecha sobre "Un amor" en mi blog señalo algún otro 'hipotexto' (perdón por la cursilería, pero no encuentro otro sinónimo para influencia literaria de obra anterior en una posterior a ella). Varias tertulianas consideraron muy destacables en la novela los recursos formales frente a una cierta inverosimilitud de la historia.
Esa posible inverosimilitud de lo narrado fue lo que levantó más apasionadas intervenciones, Sí, no; no, sí; Depende...; Acordaos de que...; Pero, bueno, eso es absurdo...; A mí desde luego no me lo parece en absoluto...; etc. Las actitudes de los cuatro personajes masculinos y la de los femeninos, en especial Natalia, naturalmente, fueron el centro del rico debate que se produjo.
Una crónica es lo que es, breve por definición y ésta ya se me está haciendo algo larga. Concluyo rápido diciendo que el grupo de lectura se escindió en dos: Aquellos a quienes en general el relato había satisfecho mucho y aquellos otros a quienes les había satisfecho menos. Todos coincidimos en la calidad formal y la mayoría señalaron que el final les había parecido algo brusco y sobrevenido sin mucha explicación causal. Sobre la historia principal y las distintas llamadas a otros asuntos que se hacen, así como ese abanico de personajes que aparece llenando todo el espectro de lo que suele haber en un pueblo, en esto ya no hubo consenso. Gracias a esto último, en mi opinión, la Tertulia fue animada y muy constructiva.
Próxima lectura
Un placer leerte Hace tiempo que no pasaba por aquí
ResponderEliminarando por otros lados Te felicito abrazos desde Miami